Sobre la crisis de los trenes de Cercanías que vive Barcelona, justificó cualquier tipo de responsabilidad de su departamento con que "hasta ahora la Generalitat no tiene la gestión directa de Cercanías, nos informan de lo que pasa, pero no podemos intervenir". No obstante, subrayó que cuando la Generalidad entre en este organismo, "esto cambiará" y será una preparación para cuando Cataluña asuma el traspaso de esta red de ferrocarril.
En opinión del consejero de Obras Públicas, "ha habido tacañería presupuestaria, apoyada en el éxito de las autopistas en Cataluña, por lo que no se han construido autovías y ahora hay que hacer el tercer carril en la AP-7 en toda Cataluña porque ya era necesario desde hace mucho tiempo". Nadal lamentó que "hayamos burocratizado la construcción del tercer carril con un calendario diabólico y justo ahora, en el mes de septiembre, empezarán las obras".
Joaquim Nadal reconoció que la situación de las autopistas catalanas y de Cercanías de Renfe es grave, pero en cambio ha considerado que lo que ocurre en el aeropuerto de Barcelona se parece a lo que sucede en otros centros aeroportuarios y señaló que, en este aspecto, la clave pasa por "revisar el modelo aeroportuario español", en el que, según el consejero, hay que dar entrada a los gobiernos autonómicos, el mundo local y al sector privado para descentralizar la gestión de los aeropuertos.
De manera global, el titular de Obras Públicas de la Generalidad advirtió que para afrontar el déficit de infraestructuras que sufre Cataluña "la solución de la reinversión no es la solución para la crisis de gestión. Ni que se cumpliese el Estatut, ni que se ejecutase la totalidad de lo presupuestado: se tardará meses y quizá algún año en dar soluciones".
Más Estatuto y más dinero
En esta línea de que la mejora a estos problemas será a largo plazo, Nadal matizó la petición de confianza que en su día hizo la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, declarando que "hemos de pedir más confianza que paciencia, hemos de generar confianza en la ciudadanía".
Nadal garantiza que "el gobierno de Cataluña ha dado un paso adelante en el liderazgo del problema de las infraestructuras y la Generalitat comparte la insatisfacción del ciudadano porque se ha llegado a un punto de saturación". "Es verdad que no se ha invertido suficiente, pero es verdad que en Cataluña no se ha invertido nunca como ahora", por lo que, a juicio del conseller, "la situación actual es mejor que la anterior, pero todavía no es satisfactoria".
Para Nadal, es el momento en que desde Cataluña "hemos de reclamar lo que el Estatut dice y lo que nos toca: reconocer el déficit en función de la demanda, añadir más dinero en la línea de lo que marca el Estatut".