(Libertad Digital) El presidente del Gobierno llevaba días evitando hablar de Navarra como ha evitado en esta semana todo contacto con los afectados por el fuego en Canarias o por el apagón en Barcelona.
Mientras encargaba a José Blanco que desautorizara al PSN, Zapatero buscaba un baño de masas. El escenario elegido era el mejor porque el presidente visitaba el municipio madrileño de Parla, considerado el gran feudo socialista en Madrid. De hecho, su alcalde es Tomás Gómez, el nuevo secretario general del Partido Socialista de Madrid y el regidor que más votos ha obtenido en unas elecciones.
Pero en ese deseado paseo triunfal, Zapatero se encontró con unos parleños que le reprocharon su negociación con ETA y las maniobras de los socialistas en Navarra. Lo hicieron con abucheos y pitadas. Entre los gritos más escuchados a su llegada a esta localidad, "ETA no", "Navarra es España", "Navarra no se vende" y "democracia".
A las puertas del Ayuntamiento también protestaron los concejales del PP. Se les había impedido la entrada pese a que en el interior del edificio estaban ya los ediles del PSOE a IU. Tras la queja, finalmente pudieron acceder al Consistorio.
Allí compareció el presidente. Adelantó la rueda de prensa para que no tuviera que pronunciarse sobre la decisión que adoptaría poco después Ferraz sobre el acuerdo del PSN con los anexionistas de Nafarroa Bai y los comunistas de Izqueirda Unida. Era lo que interesaba a los periodistas, preguntaron por ello pero Zapatero se negó a hablar.
Además, cuando le preguntaron por qué en este caso había buscado el contacto con los vecinos y no había hecho algo parecido esta misma semana en su visita a Canarias o a Barcelona, Zapatero negó la evidencia. Dijo que sí que se había reunido con los afectados por el fuego y el apagón y que es algo que siempre hace. A pesar de que los medios de comunicación no han difundido o publicado ni una sola imágen o crónica de esos supuestos encuentros, el presidente aseguró que, al igual que "hago cuando voy a cualquier sitio, ayer (por este jueves) hablé con los ciudadanos de Barcelona, hablé con los de Canarias". Acto seguido precisó que, como norma, cuando el presidente se traslada a un sitio afectado "se le da prioridad y toda la atención" a la gente que está en "primera línea trabajando, en este caso, en un incendio". En Cataluña y Canarias, aseguró, "tuvimos una clarísima evaluación" del apagón y de los incendios y conocimos, "de primera mano, que se respondió con rapidez y eficacia".