L D (Europa Press) Cristina Cuesta, en respuesta a las preguntas del público al término de la mesa redonda "La voz de las víctimas" del seminario "Terrorismo y seguridad: amenazas y respuestas" organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, criticó que Monseñor Uriarte se refiriera al "sufrimiento por la confrontación". "¿Qué confrontación? Yo no me he confrontado con nadie, no he sacado una pistola en mi vida", dijo, recordando que "tampoco se confrontó" su padre, asesinado en un atentado.
Además, Cristina Cuesta lamentó el uso del término "exiliados" por parte del obispo. "Es un discurso legitimador del nacionalismo, porque para él los 'exiliados' son los huidos de la Justicia, son ellos en los que está pensando", consideró Cuesta, que indicó que "se mata en nombre de lo que se legitima".
Para la portavoz de COVITE, monseñor Uriate "es un obispo con mucho predicamento en la comunidad y poder real". "El obispo tiene posibilidad real de consolar a las víctimas y a la mayoría de las víctimas no las consuela", lamentó.
Para Cristina Cuesta lo sucedido ayer en Azpeitia es una "dramatización del drama vasco", con las familias de los presos a la puerta de la iglesia, el lehendakari "aplaudiendo al obispo" y el alcalde del pueblo, de ANV, "presentándole la propuesta de ETA-Batasuna al lehendakari", mientras a las víctimas "casi ni se les menciona" y los no nacionalistas "no están".
Por otra parte, COVITE valoró el Proyecto de Ley para la Atención Integral a las Víctimas que estudia el Gobierno Vasco como una "oportunidad" de la que, a pesar de considerar positivo en principio, lamentó la "falta de concreción" al no partir, desde su punto de vista, de un "análisis real" del problema y sus consecuencias económicas, sociales o políticas.
Además, mostró su desconfianza porque la ley intenta considerar el terrorismo como "algo pasado, como si no afectara a las vidas y la convivencia de las personas hoy", explicó. Cuesta reclamó "más concreción" en la aplicación de la ley para que no se quede en "agua de borrajas" o en "papel mojado", y detalló algunos aspectos en los que le gustaría que se plasmaran las intenciones del Ejecutivo vasco, como la posibilidad de que el propio Gobierno autónomo se persone como acusación particular en los juicios, para demostrar la referencia que el texto hace al apoyo judicial a las víctimas.
También se refirió a la necesidad de medidas para evitar la propagación de las ideas que sirven de "semillero" al terrorismo, en los ámbitos educativos o en la presencia en los medios de comunicación públicos. "Las víctimas no tenemos acceso a espacios para decir lo que somos y sí hay espacio para etarras y los amigos de los etarras", aseguró Cuesta.
Entre los aspectos positivos del texto, para el que se ha contado con las sugerencias del colectivo al elaborar el borrador, la representante de COVITE destacó el hecho de que se trate de una ley "y no de una orden" y que "no se atienda sólo a medidas psicológicas y materiales y se haga un reconocimiento moral y político" o que incluya una recopilación de los derechos de las víctimas, así como un sistema de protección y asistencia "mejor que el que había antes".