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"Se abalanzó sobre mí y me dio un beso en la boca"

Denuncia de la inspectora de Policía sobre los supuestos acoso moral y vejaciones morales que sufrió durante su estancia en la Unidad del comisario Mauricio Moya, publicada en su blog  personal, bajo el nick o pseudónimo de "Angustias", el 7 de diciembre de 2006.

Siempre es difícil comenzar a escribir sobre algo personal y desagradable,
quieres contarlo todo para que te entiendan pero a la vez has de ser breve para que el lector no se aburra.
 
Como parte de las Fuerzas de Seguridad de España, tenía un trabajo, un destino, unos compañeros, etc. Al poco de estar en mi grupo llegó un compañero, por llamarlo así, machista, déspota, arrogante y por si fuera poco, maleducado. Teníamos un solo ordenador con un solo usuario y entre los correos laborales llegaban al día unos 10 o 15 de contenido pornográfico.
 
Algunas imágenes me resultaban desagradables y el hecho de estar trabajando mientras el compañero miraba los cuerpos desnudos de las mujeres o de las diferentes posturas de hacer el amor, me irritaba cada día más. Trascurrió un año en el que intente hablar con quienes enviaban las imágenes y nada, se reían de mí. Como os podéis imaginar mi relación con el resto de compañeros empeoraba día a día y hasta que no se sintieron amenazados no dejaron de enviar pornografía.
 
Mucha gente me decía que tenía razón que eran unos “cerdos “, pero que los
hombres eran así y que debía de aceptarlo, yo lo intenté, lo prometo, pero había días que ciertas imágenes eran demasiado fuertes y acababa protestando.
 
Todo ello me influyó bastante en mi vida personal y laboral, me encontraba
nerviosa, irritada, tenía insomnio, y un dolor enorme en el pecho, dolor que iba en aumento a cada paso que daba en dirección al trabajo, mi vida era un infierno, pocos me entendían, casi nadie me ayudaba, era horrible y me sentía fatal. En ese estado me encontraba cuando falleció mi madre. Mis amigos me recomendaban que me diera de baja, pero algo dentro de mi quería luchar, yo no había hecho nada malo, nada contrario a la ley, nada de nada.
 
"ME ACONSEJARON HABLAR CON EL SUP"
 
Un compañero, que por suerte siempre hay alguien que ve la situación y te ayuda, me aconsejó hablar con el Sindicato mayoritario de mi corporación, un sindicato que se supone de izquierdas. Me puse en contacto con ellos, porque me informé de que estaban creando el Foro de la Mujer, pensé que ellos me ayudarían, grave error, pero en ese momento creía que era lo más adecuado.
 
Me uní a ellos y en una reunión del Foro conocí a alguién importante de ese
Sindicato, que además es el Jefe de la Unidad encargada de temas Internacionales, intercambiamos impresiones, me hizo una prueba de idiomas y me trasladé a Madrid, dejé mi piso, mi coche, mi familia, mis amigos, etc... para encontrar un trabajo mas acorde a mis aptitudes y para olvidar todo el stress que llevaba dentro a causa de la pornografía.
 
Pero no es tan fácil, cualquiera que haya pasado por una situación semejante sabe que el dolor en el pecho, los nervios, la rabia, la culpa, el miedo, la inseguridad no se pasa enseguida, necesita tiempo el cuerpo y la mente para colocar cada cosa en su sitio.
 
Allí estuve trabajando una temporada, me pusieron en una oficina en una planta
diferente a la del resto de los compañeros del servicio al que pertenecía, por lo que mi sentimiento de abandono no hacía más que aumentar.
 
CAMBIO DE DESTINO
 
Pasadas las navidades, comencé a trabajar en Servicio de Órganos
Comunitarios de la Unión Europea, trabajaba en el mismo despacho que mi Jefe directo y por fin, me encontraba a gusto con mi trabajo, por fin iba a utilizar mis idiomas, realicé dos viajes al extranjero en compañía de otros compañeros para ponerme al día del funcionamiento del Servicio hasta que a finales de febrero acudí sola a Bruselas a tres reuniones diferentes.
 
Allí empezaron mis problemas, que poco sabía yo entonces que algo se estaba
gestando paralelamente a mi vida, y que tarde o temprano cambiaría mi destino
repentinamente.
 
(...)
 
"BAJA INMEDIATAMENTE AL PUB"
 
El viernes de la semana siguiente sobre las 20.00 de la tarde mientras me
encontraba sola trabajando en mi oficina, recibí una llamada del Jefe de la Unidad a mi móvil privado en la que me ordenaba que bajara al pub, que se encuentra frente a nuestra oficina porque quería hablar conmigo. Sé que no tenía que haber ido, que las reuniones de trabajo se hacen en el trabajo, pero en esos momentos uno no piensa nada malo, sólo en cumplir una orden.
 
Yo por aquel momento era feliz en mi trabajo, lo encontraba muy interesante y
satisfactorio.
 
Al llegar me dijo que estaba descontento conmigo, sus argumentos: Que el había pedido el lunes de la semana anterior mis informes de Bruselas y yo no se los había entregado, le recordé que mi Jefe de Sección solo me preguntó si estaban listos, sin darme mas explicaciones, le contesté que en ello estaba , que cuando estuvieran se los daría a mi Jefe directo para que los repasara (ese era el sistema que se utilizaba en el Servicio, aparte de que yo nunca había ido directamente al Jefe de la Unidad para preguntar una duda o me corregirá un documento, y de que mi corporación es un cuerpo Jerarquizado) yo continué trabajando sin darle mayor importancia.
 
El otro motivo fue que él me había enviado a Viena a una reunión de Estadística Criminal en la Sede de Naciones Unidas y que no he había entregado el informe, le expliqué que al ser sobre Estadística Criminal lo hice conjuntamente con el compañero de Estadística, que yo acudí a esa reunión como Intérprete (la reunión era en inglés) no como experta en la materia y que como era habitual, le entregué una copia del Informe a mi Jefe directo.
 
Yo siempre he tenido claro que este es un cuerpo Jerarquizado y salvo contadas excepciones, yo siempre he entregado mi trabajo a mi Jefe directo.
 
"¿ME INVITAS A CENAR?"
 
Allí estaba mi Jefe regañándome por esas pequeñeces (viernes sobre las 20.00 horas), aunque según lo explicaba él, parecía que no había dormido en toda la semana pensando que no le entregué mis Informes.
 
En un momento determinado, me dijo que si le invitaba a cenar, yo no sabía que hacer, quería explicarle que yo estaba contenta con mi trabajo, que todo iba bien y que todo había sido un mal entendido.
 
Cuál era la opción correcta, ir a cenar o no ir, ahora lo tengo claro, pero en ese momento pensé que quizás hablando tranquilamente podía explicarle mejor el mal entendido.
 
Para mi era importante que quedaran las cosas claras, yo me había trasladado a Madrid para encontrar una plaza en el extranjero, y por desgracia, casi todo dependía de una persona, de mi Jefe de Unidad, por lo que tenía que hacer las cosas bien, aunque muchas veces uno no sabe si eligió el camino correcto hasta que es demasiado tarde.
 
EL MISMO RESTAURANTE PARA TODAS SUS "VÍCTIMAS"
 
Como no conocía ningún restaurante en Madrid, el me llevó a uno, (después de
hablar con otra “víctima” me parece que lleva allí a todas a cenar) estuvo durante toda la cena haciéndome preguntas sobre la Unión Europea y del planeta Tierra.
 
Como en algunas desconocía la respuesta me sentía fatal. Fue una cena horrible, me encontraba indefensa, solo preguntaba él, pero ninguna pregunta relacionada con mi trabajo directo, sólo con Europa y el mundo en general.
 
ATACANDO LA ESTIMA PERSONAL
 
Así estuvo unas tres horas, entre otras cosas me dijo que yo no era la persona
indicada para este trabajo porque era una egoísta que solo pensaba en ir a Europa y no a un país como Kazjastán, que no me preocupaba para nada el bien de España y de la Policía, yo intentaba explicarle que desde el principio le había contado mis intenciones, yo hablo sueco, inglés, alemán y otros idiomas europeos, por lo que consideraba y considero que soy de más utilidad en Europa que en Kazjastán.
 
El seguía hablando de España, de su Seguridad, dándome a entender que yo solo pensaba en mí y no en el bien comun y así todo el tiempo. Si hubiera sabido entonces lo que ahora, le hubiera dicho frases tales como:
 
“Por eso envió Usted a su hijo como ayudante de Agregado de Interior a la Embajada de España en Turquía, porque, de todos los candidatos seleccionados, el que estaba más preparado, con más conocimientos de idioma y más años de experiencia tenía era su hijo. ¡Pero si él lleva
dos años en la corporación! Quiero comentar que el sueldo mensual de ese puesto es de unos 10.000 € al mes.
 
Por eso ha puesto como Jefe de Sección a un Inspector, que casualmente tiene
familia en Argamasilla de Alba, de donde es Usted y tiene dos años de experiencia en el cuerpo y supongo que su mayor mérito es ser amigo de su hijo.
 
Por amor a España también se nombro  Usted como Jefe (Leader) de los Hermanamientos, no a la persona más adecuada, la persona mas conocedora del  tema,  como seria lógico, y no por el reembolso económico que le suponía no, claro que no, Usted lo hacía por el bien de España, por la Seguridad de España. Todo por y para España, porque Usted es la persona mejor preparada en todas las materias”.
 
¡Con que ganas le diría ahora que servir a España no es lo mismo que servirse de de ella para su beneficio propio!.
 
También me dijo, entre otras lindezas, que si me enviaba a un país como Chile,
curiosamente dijo Chile donde no tenemos Agregado, y se enteraba que me llevaba a mi novio conmigo, que me cesaría inmediatamente, que España no tenía porque pagar a un extranjero (mi pareja es alemán) y yo que se cuantas tonterías más dijo. Empecé a explicarle la cantidad de Agregados de Interior que había en el extranjero, que casi todos se llevaban a su pareja, y algunas no eran Españolas.
 
"ERES UNA EGOÍSTA"
 
Me contestó diciendo: “Ves como eres una egoísta tu solo pones ejemplos que te benefician y no piensas en el beneficio de España”
 
Un comentario: cuando se lo referí a mi pareja como se pueden imaginar se quedó sorprendido y enfadado y me recordó la cantidad de millones de Euros que Alemania había invertido en la UE y ese dinero a su vez revirtió en España.
 
Que tonta e ingenua era, el solo quería hacerme sentir mal para sus planes y mi novio le estorbaba, por eso le molestaba tanto.
 
"QUERÍA MANTENER MI PUESTO DE TRABAJO"
 
Fue horrible, me sentía totalmente indefensa, tenía ganas de finalizar en ese
mismo momento la conversación pero quería mantener mi puesto de trabajo, sé que visto desde fuera todo es fácil y claro, pero me sentía tan desconcertada que no sabía reaccionar, no estaba preparada para una situación así.
 
Ahora sé que esa es su táctica, hacerte sentir mal, sola, impotente, insegura,
incómoda para atacarte y así al sentirte desconcertada eres una pieza fácil.
Por si fuera poco me hizo pagar la cena, Dios, hubiera antes ido 20 veces al
dentista, pero allí estaba, sola, en algún lugar de Madrid.
 
Al salir, yo solo pensaba en que me estaba cavando mi propia tumba y la estaba llenando de escorpiones, me dijo de ir al bar de al lado. Como yo seguía creyendo que podía arreglar las cosas, ya sé que suena estúpido, pero a veces estas tan metida en un problema que no ves más allá, le acompañe.
 
Me alegro por las personas que siempre actúan correctamente y que nunca se
equivocan, pero yo solo soy una mujer normal que se sentía perdida y sola.
 
"COMO UNA HORMIGA FRENTE A UN ELEFANTE"
 
Al llegar al bar, se abalanzó sobre mí y me dio un beso en la boca. Mi
desconcierto era enorme. Me sentía como una hormiga frente a un elefante. Yo no hablaba me limitaba a esperar que terminara su copa y salir de allí como fuera. No pensaba, solo sentía miedo, odio, creo que actuaba de forma automatizada. El hablaba no recuerdo bien sobre que. Solo recuerdo un tema: “Sus gustos sexuales”. Sobre ello si hablo de forma detallada.
 
Me acompaño hasta mi casa, me despedí con un “buenas noches” pero nada más llegar a mi habitación, (por fin estaba segura), sonó el móvil, lo cogí y cual no fue mi sorpresa, si aún podía haber más, era el JEFE, para decirme que era una maleducada que no tenía ni los modales mínimos que se tienen al haber hecho la EGB, que no le había agradecido correctamente el que me hubiera traído al “culo del mundo”, como una tonta le expliqué que le había dicho buenas noches y gracias.
 
¿Como esperaba que se lo agradeciera? No me lo digan porque hasta yo con lo confundida que estaba lo tenía claro.
 
Continué mi trabajo como si nada hubiera pasado, el JEFE como estaba en el
curso de ascenso casi no estaba en la oficina, eso me relajaba, tenía miedo de verlo.
 
Como es lógico me lo fui encontrando de vez en cuando, me decía de ir a comer o cenar, y yo como podía me escabullía, lo que más temía era trabajar un viernes tarde sola y que él apareciera.
 
"¿QUÉ HACER?"
 
¿Que se hace en estos casos? ¿A quien acudes?, ¿Cual es la respuesta correcta? ¿Como? ¿Cuándo? ¿Dónde?, Yo solo pensaba: ¡Cuidado!
 
Al sindicato no podía ir, él era un defensor de los derechos de las trabajadoras,
una persona de izquierdas, progresista y liberal.
 
Ahora que ha pasado el tiempo lo veo todo claro, cuando un depredador te ha
escogido como víctima, que Dios se apiade de ti, porque hagas lo que hagas te va a perjudicar.
 
Todos los días iba al trabajo con un dolor tremendo en el pecho, tenía insomnio, pesadillas, taquicardia, tenía la sensación de que algo malo iba a ocurrir y no sabía como prevenirlo. Volvía a tener esos dolores, que son el reflejo del miedo, mi cuerpo estaba estigmatizando el pánico en forma de dolor corporal.
 
Así trascurrieron tres semanas hasta que me volvió a tocar trabajar el viernes por la tarde, estaba sola en todo el pasillo. Tenía miedo, pánico. Había quedado con un compañero de clase para cenar, para asegurarme una excusa para salir corriendo en caso necesario.
 
"AHORA SÍ QUE TE DEJO"
 
Sobre las 20.00 vino a mi despacho y me preguntó algo tan importante como
porque no usaba nunca falda, que nunca me había visto con una, etc.., me preguntó si quería ir a cenar con él, le contesté que no que si había algo importante que me quería decir, que me lo dijera allí mismo en el despacho.
 
Me comentó que el era un “señor” y que ciertas cosas las decía cenando, aún así insistí que en el despacho. Se fue todo enfadado y volvió a los diez minutos para preguntarme si tenía algo en contra de tomar algo en la cafetería al lado del trabajo.
 
En ese momento, sentí que mi tumba estaba cavándose, si decía que no, bueno no iba a ser y si no iba, peor.
 
Que hacer, me sentía totalmente perdida, cómo actuar. Si te ataca un desconocido en la calle es más fácil de reaccionar que ante un conocido, gritas, pides auxilio, luchas, etc., pero en una situación así, (como entiendo ahora como se sienten esa miles de mujeres que sufren acoso en silencio), el era mi JEFE, una persona en la que yo hasta hacía un mes, confiaba, le creía un defensor de los derechos de los trabajadores, etc., recordad que le conocía en una reunión del Foro de la Mujer, que organizó el Sindicato.
 
Yo era feliz en mi trabajo, me sentía realizada, veía expectativas de futuro muy
positivas, utilizaba mis idiomas, conocía gente interesante. Conocía el funcionamiento interno de la UE, yo quería mantener mi puesto de trabajo y estaba en Comisión de Servicio.
 
Quería tener cuidado y no ofender, no meter la pata, ser amable. Entiéndanme,
amable, correcta y no otra cosa.
 
Al final bajé al bar, donde me volvió a comentar sus apetencias sexuales, a la par que me decía que no estaba contento conmigo.
 
Salí de allí, cogí un taxi para ir a cenar donde había quedado con mi compañero
de clase. Se puso hecho una furia, empezó a insultarme diciéndome entre otras maravillas que era una tal y cual porque tenía novio y me iba con otro. Como si él conmigo pretendiera jugar al mus.
 
Al subirme al taxi, le oí decir entre otras cosas: “ahora si que hemos terminado,
ahora si que no quiero saber nada de ti, ahora si que te dejo”. En ese momento pensé “pobre”, que me ha dejado, que me ha dejado ¿qué? No sabía en esos momentos hasta que punto en su mente me había dejado.
 
(...)

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