L D (EFE) Vinokourov tuvo que despedirse de la ronda gala la semana pasada junto con todos sus compañeros de equipo tras su positivo por dopaje. El kazajo, de 33 años, era uno de los favoritos para la victoria en el Tour y se enfrenta ahora a una suspensión de dos años. Además, podría perder un año de su salario si así lo decide la Unión Ciclista Internacional (UCI).
El ya ex ciclista del Astana ha mantenido su inocencia en todo momento y ha afirmado que los resultados simplemente "no tienen sentido", y que "habría que estar loco" para hacer de lo que ha sido acusado, "después de todas las ofensivas antidopaje que se dan".
Vinokourov usó una transfusión de sangre de un donante compatible (y no de su propia sangre), lo que hizo más fácil ver anomalías durante el test sanguíneo.
La exclusión del equipo Astana fue el primero de los escándalos que han sacudido el ya finalizado Tour, tras la posterior expulsión del ciclista italiano Cristian Moreni y del entonces líder, el holandés Michael Rasmussen.