L D (Agencias) A la espera de la última jornada de mañana martes y que el Banco de España confirme el dato a mediados de agosto, el Euribor se sitúa seis centésimas por encima del dato de junio, y 1,026 puntos por encima que en julio de 2006, que se situaba por aquel entonces en el 3,539 por ciento.
Así, el incremento del Euribor se traducirá en una subida de las cuotas de los créditos hipotecarios que se revisen anualmente con la nueva tasa en los próximos días. En una hipoteca media, que según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) se situó en 150.810 euros en el mes de mayo, a un plazo de 25 años y con un diferencial de 0,50 puntos sobre el Euribor, la cuota mensual pasaría a 887,34 euros desde los 799,28 euros que tenía que pagar en julio de 2006, lo que supone un incremento mensual de 88,06 euros en las cuotas y una subida anual de 1.056,72 euros.
Este menor aumento del Euribor respecto a meses anteriores está en línea con las previsiones de los analistas, que contemplaban una desaceleración del ritmo de avance del indicador a partir del segundo semestre del año. La mayoría de los expertos da por descontado que el Banco Central Europeo (BCE) subirá, al menos, un cuarto de punto los tipos de interés antes de finalizar el año, e incluso algunos organismos estiman que la subida puede ser de hasta medio punto.
La evolución diaria del Euribor ha tenido un comportamiento dispar, dado que algunas jornadas experimentó ligeros incrementos, que eran compensados en días sucesivos por nuevos descensos. Así, el pasado 9 de julio marcó la tasa máxima diaria, con el 4,594%. Este índice es calculado por la Federación Bancaria Europea con los datos de las principales entidades de la zona euro y consiste en el tipo de interés medio de contado para las operaciones de depósito de euros a plazo.
Dificultades para ahorrar
La última comparecencia de José Luis Rodríguez Zapatero, cargada de optimismo y triunfalismo, se basaron en los últimos datos de empleo. Pero casan mal con otros indicadores económicos que resultan preocupantes. La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) ha revelado en un informe que en el último año sólo ha podido ahorrar una de cada tres familias españolas. El 43 por ciento de los españoles tiene perspectivas negativas para nuestra economía.
Sólo el 33 por ciento de los consumidores españoles ha podido ahorrar en los últimos doce meses, según un estudio que recoge el último número de Cuadernos de Información Económica de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Por otro lado, el informe, elaborado mediante 2.000 entrevistas a consumidores en junio pasado, asegura que el 58 por ciento de los consultados no puede ahorrar, pero no se endeuda, y sólo el 9 por ciento se ha endeudado.
La situación, señala el estudio, cambia "de forma radical" con el nivel de renta, de forma que las personas con rentas altas ahorran, mientras que sólo el 12 por ciento de los consumidores con ingresos bajos consigue hacerlo. La edad influye menos que la renta a la hora de ahorrar, indica el informe, si bien el 45 por ciento de los consultados de entre 18 y 34 años ahorra, mientras que sólo el 21 por ciento de los consultados mayores de 55 años lo hace.
La situación, señala el estudio, cambia "de forma radical" con el nivel de renta, de forma que las personas con rentas altas ahorran, mientras que sólo el 12 por ciento de los consumidores con ingresos bajos consigue hacerlo. La edad influye menos que la renta a la hora de ahorrar, indica el informe, si bien el 45 por ciento de los consultados de entre 18 y 34 años ahorra, mientras que sólo el 21 por ciento de los consultados mayores de 55 años lo hace.
Malas perspectivas
El estudio también desvela que el 43 por ciento de los consumidores españoles ve con pesimismo la situación económica y sus expectativas para el futuro son ligeramente peores que hace un año. Así, el 37 por ciento de los consultados cree que la economía española está estancada, mientras que sólo el 20 por ciento aprecia una evolución favorable. Respecto a la economía doméstica, más de la mitad de los encuestados (el 51 por ciento) considera que su situación no ha experimentado cambios importantes, mientras que el 30 por ciento cree que ha ido a peor, y el 19 por ciento afirma que ha mejorado.
El informe aclara que los individuos de 55 o más años son los más pesimistas respecto a la situación de la economía y de sus hogares, mientras que las personas de entre 18 y 34 son las más optimistas. El 76 por ciento de los consumidores consultados cree que la inflación ha subido "mucho o bastante", frente al 24 por ciento de los que estiman que los precios han aumentado poco o se mantienen igual que hace un año.
El informe aclara que los individuos de 55 o más años son los más pesimistas respecto a la situación de la economía y de sus hogares, mientras que las personas de entre 18 y 34 son las más optimistas. El 76 por ciento de los consumidores consultados cree que la inflación ha subido "mucho o bastante", frente al 24 por ciento de los que estiman que los precios han aumentado poco o se mantienen igual que hace un año.
En este sentido, el estudio indica, no obstante, que el 52 por ciento espera que los precios permanecerán estables y el 40 por ciento cree que aumentarán más lentamente que hace un año. Así, sólo el 8 por ciento prevé en los próximos meses un aumento "mucho más rápido" de la inflación.
Funcas señala que esta percepción contrasta con la "baja" tasa interanual de la inflación en junio, del 2,4 por ciento, algo que, según el estudio, puede deberse a factores como la falta de seguridad de los empleos estables y las condiciones del mercado laboral. Afirma también que el 33 por ciento de los consumidores cree que aumentará el paro, mientras que un porcentaje superior al 18 por ciento considera que bajará.
Funcas señala que esta percepción contrasta con la "baja" tasa interanual de la inflación en junio, del 2,4 por ciento, algo que, según el estudio, puede deberse a factores como la falta de seguridad de los empleos estables y las condiciones del mercado laboral. Afirma también que el 33 por ciento de los consumidores cree que aumentará el paro, mientras que un porcentaje superior al 18 por ciento considera que bajará.
Vivienda, empleo, inmigración…
La calidad de empleo es sólo un problema destacado para el 14 por ciento de los consultados, si bien, indica el artículo, preocupa especialmente a los obreros cualificados de entre 25 y 34 años, con estudios medios o con formación profesional (FP) y que viven en ciudades de más de un millón de habitantes.
Este mismo grupo muestra una especial preocupación por la inmigración y los problemas que pueda plantear. Las pensiones, según Funcas, no son una cuestión importante para la mayoría, sino que preocupa sobre todo a las personas mayores de 65 años, a los jubilados o a los individuos sin estudios.