(Libertad Digital) El Comité Ejecutivo del PP de Cataluña nombró por unanimidad a Daniel Sirera, quien hasta ahora era secretario ejecutivo de comunicación de la formación, nuevo presidente del PP catalán, después de que Josep Piqué dimitiera ayer de este cargo. Sirera también será el nuevo presidente del grupo popular en el Parlamento, responsabilidad que hasta ahora también ejercía Piqué.
Entre los candidatos que se postulaban para el cargo estaba, además del propio Sirera, Alberto Fernández Díaz, que será director de campaña y Xavier García Albiol, que será coordinador de organización. El perfil del ganador partía como favorito en muchas apuestas por su adscripción liberal y su ausencia de complejos en la defensa de los principios de su partido. La llegada de Sirera supondrá un empujón al partido en Cataluña pero también, como apuntaba García Albiol este viernes en la COPE, para el ascenso de Mariano Rajoy a La Moncloa.
Tras "agradecer" a Piqué su trabajo al frente del partido y el "apoyo" de la militancia y las agrupaciones territoriales del partido a su nombramiento, Sirera remarcó que el PP catalán "cierra de forma inmediata la crisis" que se abrió al dimitir el hasta ayer presidente de los populares en Cataluña. Para Sirera, el relevo al frente del partido se ha podido hacer de forma "rápida" porque el PP catalán tiene "banquillo" y "siempre ha rehuido de personalismos". "Somos eficaces y tenemos ganas de demostrarlo también en Cataluña", afirmó Sirera, quien añadió: "La vida sigue".
No obstante, el nuevo presidente del PP catalán también admitió que su partido "seguramente" no ha estado "a la altura" en algunos momentos, y mostró su voluntad de que "esto cambie". "No hemos sido capaces en algunos momentos" –dijo– "de saber trasladar a la ciudadanía de Cataluña nuestro mensaje". Sirera también confirmó que Rafael Luna, quien convocó y presidió el Comité Ejecutivo de hoy, continuará como secretario general del PP catalán.
En cuanto al hasta ahora vicesecretario general del PP catalán, Francesc Vendrell, quien dejó este cargo tras la dimisión de Piqué, aseguró que, por el momento, seguirá como diputado. Sobre la continuidad de Vendrell como portavoz del PP en el Parlamento, aseguró que "esto será una decisión que deberá tomar el grupo parlamentario".
El nuevo líder del PP catalán destacó que su formación ahora tiene como "único objetivo" preparar la campaña de las generales, que ve "tremendamente importantes" para el futuro de Cataluña porque "los ocho años de gobierno del PP fueron muy buenos para los catalanes", en referencia a la etapa de José María Aznar como presidente del Gobierno central de 1996 a 2004. "Aprovecho para convocar a todos los catalanes a este proyecto de ilusión de futuro", afirmó.
Al preguntársele si él encabezará la lista de las generales en Cataluña, respondió que ahora ésta no es su "preocupación" y que el PP catalán designará a su candidato "cuando toque". En estos momentos están "electoralizando" al partido. Sobre la campaña electoral para las generales, Sirera dijo estar "seguro" de que Piqué trabajará desde su "condición de militante de base" para que el líder del PP, Mariano Rajoy, sea el próximo presidente del Gobierno central.
En cuanto a si opta por cambiar la estrategia del PP en Cataluña, respondió que la línea política del partido "la determinan" los congresos, y denunció que hay "mucha gente interesada" que a veces "tilda" al PP de "más españolista" y otras de "más catalanista". "El tiempo de los ismos ha terminado", dijo Sirera, y añadió que su partido "lleva demasiado tiempo pensando en estas cosas" y ahora no debe tener "ningún complejo" en defender que se siente español y catalán al mismo tiempo.
Preguntado por si ha mantenido contactos hoy con Piqué, contestó que no, aunque tiene previsto hacerlo próximamente. En cuanto a sus conversaciones con Rajoy, dijo que el líder del PP le ha traslado un "mensaje de confianza de tranquilidad" para trabajar conjuntamente para hacer crecer el PP en Cataluña.
Un parlamentario curtido
Daniel Sirera nació en Badalona en 1967. Está casado y tiene dos hijos. Es licenciado en Derecho, y desde hace tiempo es uno de los valores más jóvenes no sólo del PPC sino de la empantanada política catalana. Pese a su juventud, es un político experimentado y de amplia trayectoria política. Empezó a militar en su adolescencia en las Nuevas Generaciones, hasta llegar a ser el presidente de este cuadro en Barcelona.
En la era de Josep Piqué ha sido uno de los hombres fuertes del partido limitado por la mano derecha del ex ministro, Francesc Vendrell que acaparaba el poder del aparato y del parlamento; pese a estas cortapisas, Sirera ha demostrado en numerosas ocasiones su capacidad de liderazgo capitaneando el Partido Popular en Cataluña cuando el presidente por sus obligaciones como senador tenía que ausentarse en Madrid.
Daniel Sirera es un político activo. En su labor de oposición se ha destacado como una de las voces más duras y críticas contra los gobiernos nacionalistas, primero, y el desbarajuste del tripartito, después. En la crisis del Carmel en Barcelona, en la que Piqué estuvo más bien ausente, Sirera estuvo a pie de calle, denunciando la omisión de responsabilidades por parte de los poderes públicos y el flagrante de apagón informativo.
También se le conoce como uno de los parlamentarios más incómodos, preguntando semanalmente por, entre otros asuntos espinosos, los excesos presupuestarios del ejecutivo catalán en cuestiones tan anecdóticas para la creación de prosperidad, como es la promoción de las selecciones deportivas catalanas, a la que se destinan cifras astronómicas de euros.
Más en concreto en medio del maremoto producido por la salida de Josep Piqué, Daniel Sirera estuvo atendiendo, sin restricciones de ningún tipo, a los medios de comunicación desde los primeros momentos en los que estalló la crisis. Expresó su "respeto" a lo que consideraba la "decisión personal" de Josep Piqué, pero, cumpliendo con la praxis política apostaba por "mirar al futuro" y seguir trabajando.
Y es que el nuevo presidente del Partido Popular va a piñón fijo y sabe muy bien cuál es su objetivo: dar la presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy. Cuando sólo faltan ocho meses para las elecciones generales, un político que sea capaz de trazar un recorrido claro, sin desvíos, y aunar los diversos activos en torno a esta meta; es esencial. Daniel Sirera está en condiciones de conseguirlo.