L D (EFE) En declaraciones a la televisión pública, Mijaíl Kaminin, portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, dijo en tono amenazante que "en Londres deben saber que sus provocaciones no quedarán sin respuesta y no pueden menos que acarrear las más graves consecuencias para las relaciones ruso-británicas".
El diplomático calificó de "amoral" la postura británica por reclamar a Rusia la extradición de Lugovói, principal sospechoso en el asesinato del ex agente Alexandr Litvinenko, pero desatender peticiones similares de Moscú. Kaminin citó al magnate Borís Berezovski y al representante de los terroristas chechenos en Europa, Ajmed Zakáyev, ambos asilados en el Reino Unido y reclamados por la Justicia rusa desde hace varios años.
Según Kaminin, el anuncio del ministro de Exteriores británico, David Miliband "parece una acción muy bien orquestada con el fin de politizar la investigación del llamado caso Litvinenko en el que la parte rusa está dispuesta a cooperar plenamente" con Londres. "Da la impresión de que las autoridades británicas intentan así justificar ante la opinión pública mundial su negativa a cooperar con la Justicia rusa en la extradición de Berezovski y Zakayev a Rusia", añadió.
Kaminin desveló que el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expuso a Londres la postura de Moscú en conversación telefónica con su colega británico. Mientras, la Duma o cámara de diputados de Rusia pidió una respuesta "simétrica" y "adecuada" al anuncio de Londres. "La decisión británica no tiene fundamento jurídico ni sentido político. El Reino Unido saldrá más perjudicado que Rusia", señaló Andréi Kokoshin, presidente del comité de la Duma para asuntos de la pos-soviética Comunidad de Estados Independientes (CEI) y ex ministro de Defensa.
El jefe de la comisión de Exteriores de la Duma, Konstantín Kosachov, acusó a Londres de violar la Convención de Viena de 1961, al expulsar a cuatro diplomáticos rusos por simple "venganza". Por su parte, el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, también calificó de "injustificada" la decisión británica y advirtió de que Moscú responderá con "resolución".
Una fuente del Gobierno matizó que no habrá "ojo por ojo, diente por diente", ya que supondría un retorno de las relaciones con Londres a los tiempos de la Guerra Fría, aunque Moscú no cederá a lo que llamó "chantaje" de Londres. Lugovói está acusado por la Justicia británica de ser el autor material del asesinato de Litvinenko, que murió en Londres el pasado 23 de noviembre debido a una alta dosis en su organismo de polonio 210, sustancia radiactiva muy tóxica.
La Fiscalía General de Rusia mantiene que el artículo 61 de la Constitución impide la extradición de un ciudadano ruso, por lo que en ningún caso entregarán a Lugovói para su procesamiento en el Reino Unido. El fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, ha dejado abierta la posibilidad de que Lugovói sea juzgado en territorio ruso, si las autoridades británicas aportan pruebas suficientes en su contra.
El diplomático calificó de "amoral" la postura británica por reclamar a Rusia la extradición de Lugovói, principal sospechoso en el asesinato del ex agente Alexandr Litvinenko, pero desatender peticiones similares de Moscú. Kaminin citó al magnate Borís Berezovski y al representante de los terroristas chechenos en Europa, Ajmed Zakáyev, ambos asilados en el Reino Unido y reclamados por la Justicia rusa desde hace varios años.
Según Kaminin, el anuncio del ministro de Exteriores británico, David Miliband "parece una acción muy bien orquestada con el fin de politizar la investigación del llamado caso Litvinenko en el que la parte rusa está dispuesta a cooperar plenamente" con Londres. "Da la impresión de que las autoridades británicas intentan así justificar ante la opinión pública mundial su negativa a cooperar con la Justicia rusa en la extradición de Berezovski y Zakayev a Rusia", añadió.
Kaminin desveló que el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expuso a Londres la postura de Moscú en conversación telefónica con su colega británico. Mientras, la Duma o cámara de diputados de Rusia pidió una respuesta "simétrica" y "adecuada" al anuncio de Londres. "La decisión británica no tiene fundamento jurídico ni sentido político. El Reino Unido saldrá más perjudicado que Rusia", señaló Andréi Kokoshin, presidente del comité de la Duma para asuntos de la pos-soviética Comunidad de Estados Independientes (CEI) y ex ministro de Defensa.
El jefe de la comisión de Exteriores de la Duma, Konstantín Kosachov, acusó a Londres de violar la Convención de Viena de 1961, al expulsar a cuatro diplomáticos rusos por simple "venganza". Por su parte, el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, también calificó de "injustificada" la decisión británica y advirtió de que Moscú responderá con "resolución".
Una fuente del Gobierno matizó que no habrá "ojo por ojo, diente por diente", ya que supondría un retorno de las relaciones con Londres a los tiempos de la Guerra Fría, aunque Moscú no cederá a lo que llamó "chantaje" de Londres. Lugovói está acusado por la Justicia británica de ser el autor material del asesinato de Litvinenko, que murió en Londres el pasado 23 de noviembre debido a una alta dosis en su organismo de polonio 210, sustancia radiactiva muy tóxica.
La Fiscalía General de Rusia mantiene que el artículo 61 de la Constitución impide la extradición de un ciudadano ruso, por lo que en ningún caso entregarán a Lugovói para su procesamiento en el Reino Unido. El fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, ha dejado abierta la posibilidad de que Lugovói sea juzgado en territorio ruso, si las autoridades británicas aportan pruebas suficientes en su contra.