(Libertad Digital) El diario gubernamental El País deja malparada este lunes una de las diversas versiones que el Gobierno ha dado sobre la ruptura de la negociación con ETA.
Según el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el llamado "proceso de paz" se rompió el pasado 30 de diciembre, con el atentado de ETA contra la terminal T-4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Sin embargo, El País confirma lo que ETA –por medio de Gara– y el PNV –por medio de Jon Josu Imaz– vienen revelando desde hace meses: que la negociación continuó hasta en vísperas de las recientes Elecciones autonómicas y locales.
El País recurre este lunes al lenguaje gubernamental para justificar estos contactos y califica los encuentros como "toma de temperatura". Sin embargo, en el mismo informe firmado por Ernesto Ekaizer y J.M. Romero, se hacen eco de una confidencia –inédita en España– de "autoridades francesas" al semanario L'Express: en el verano de 2006, en plena fiebre negociadora de ETA y el Gobierno, "un alto responsable del Ministerio del Interior español" solicitó a sus corresponsales del Gobierno francés un número de teléfono "de urgencia" para ser utilizado como salvoconducto de emisarios terroristas en Francia.
El Gobierno español hizo uso por primera vez de esa "línea caliente" inmediatamente después de la detención de Jon Iurrebaso y Kepa Suárez el 29 de marzo de 2007, en la localidad francesa de Périgueux.
Según El País, Iurrebaso llevaba encima una nota con tres números de teléfono; uno de ellos, corresponde a un alto cargo del Ministerio del Interior francés, el prefecto Christian Lambert, "en la práctica el número dos" de este departamento, según el diario gubernamental español.
El etarra declaró ante la juez Laurence Le Vert que los otros dos números anotados corresponden a teléfonos móviles de altos cargos del Ministerio del Interior español. Se trata de números de tarjetas pre-pago españolas que el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, está ahora investigando, después de haber recibido una Comisión Rogatoria de su homóloga francesa. Del Olmo ha declarado secretas las actuaciones, según indica El País.
En este contexto, el Gobierno español activó por primera vez la "línea caliente" con el Ministerio del Interior francés, para pedir la liberación de Iurrebaso y Suárez, que un día después, el 30 de marzo, iba a reunirse con emisarios de Rodríguez Zapatero en Suiza, en uno de los varios encuentros que el Gobierno y ETA mantuvieron después del asesinato de Palate y Estacio en Barajas.
La respuesta del Gobierno francés fue negativa. "El problema", dice El País, "es que, en el momento de su detención, los dos etarras circulaban a borde de un coche con matrículas falsas y, además, uno de ellos iba armado. Ningún mecanismo de emergencia o salvoconducto podría nunca servir de protección para personas sorprendidas en delito flagrante en territorio francés".
El PP ha insistido en que, ante este cúmulo de evidencias de negociaciones secretas y trato de favor a los terroristas por parte del Gobierno español, el presidente debe hacer públicas las actas de la negociación secreta con ETA.