L D (EFE) María del Mar Blanco, hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA el 12 de julio de 1997, intervino en un acto en Vitoria, adonde hoy llegó el autobús que con el lema "10 años sin Miguel Ángel Blanco. Retorno a Ermua" ha recorrido varias ciudades españolas desde el pasado 14 de junio para recordar la memoria del edil. El autobús concluirá su recorrido el próximo día 10 en la localidad vizcaína de Ermua, donde la Fundación ha organizado una manifestación en homenaje al concejal.
En el acto también intervinieron el presidente del PP en Álava, Alfonso Alonso; la presidenta de Nuevas Generaciones del Partido Popular en esta provincia, Leticia Comerón; el teniente de alcalde del Ayuntamiento, el socialista Juan Carlos Alonso, y la directora de la Fundación, Cristina Cuesta.
María del Mar Blanco lamentó la vuelta del miedo al País Vasco y recordó que hace diez años "supimos enfrentarnos cara a cara a los asesinos, a sus cómplices y a todos los que apoyaron el secuestro de Miguel". "Nadie tenía miedo y la sociedad vasca, por primera vez, fue capaz de devolverles el miedo que habíamos padecido durante tantos años a los asesinos", recordó.
Por ello, añadió, el legado que "tenemos que seguir" es el de la firmeza "y del no al miedo desde la unidad y desde el consenso". Insistió en que "no hay más caminos para el final de ETA que su derrota" y para ello, opinó, es necesario recuperar el "espíritu de Ermua" y las movilizaciones "para enfrentarnos cara a cara a los totalitarios".
Ante más de un centenar de ciudadanos, de sus padres y de políticos como el secretario general del PP en el País Vasco, Carmelo Barrio, o el parlamentario vasco socialista Oscar Rodríguez, María del Mar Blanco agradeció el apoyo, solidaridad y cariño de la gente durante el recorrido de este autobús por la geografía española.
También leyó un manifiesto titulado "Miguel Ángel Blanco, la memoria latente", en el que hizo un llamamiento para que "se recomponga" el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo" y para que se retome el camino que se inició en la lucha contra ETA tras el asesinato de su hermano.
En el acto también intervinieron el presidente del PP en Álava, Alfonso Alonso; la presidenta de Nuevas Generaciones del Partido Popular en esta provincia, Leticia Comerón; el teniente de alcalde del Ayuntamiento, el socialista Juan Carlos Alonso, y la directora de la Fundación, Cristina Cuesta.
María del Mar Blanco lamentó la vuelta del miedo al País Vasco y recordó que hace diez años "supimos enfrentarnos cara a cara a los asesinos, a sus cómplices y a todos los que apoyaron el secuestro de Miguel". "Nadie tenía miedo y la sociedad vasca, por primera vez, fue capaz de devolverles el miedo que habíamos padecido durante tantos años a los asesinos", recordó.
Por ello, añadió, el legado que "tenemos que seguir" es el de la firmeza "y del no al miedo desde la unidad y desde el consenso". Insistió en que "no hay más caminos para el final de ETA que su derrota" y para ello, opinó, es necesario recuperar el "espíritu de Ermua" y las movilizaciones "para enfrentarnos cara a cara a los totalitarios".
Ante más de un centenar de ciudadanos, de sus padres y de políticos como el secretario general del PP en el País Vasco, Carmelo Barrio, o el parlamentario vasco socialista Oscar Rodríguez, María del Mar Blanco agradeció el apoyo, solidaridad y cariño de la gente durante el recorrido de este autobús por la geografía española.
También leyó un manifiesto titulado "Miguel Ángel Blanco, la memoria latente", en el que hizo un llamamiento para que "se recomponga" el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo" y para que se retome el camino que se inició en la lucha contra ETA tras el asesinato de su hermano.