(Libertad Digital) En una obsesiva táctica de distracción, una y otra vez repetida por el tándem Gobierno-El País, los medios del grupo Prisa, con su diario generalista a la cabeza, salen en tromba este lunes a auxiliar la comparecencia de José Antonio Alonso en el Congreso, prevista para las 17:30 horas, en la que habrá de explicar las condiciones de seguridad de las tropas españolas enviadas a Líbano.
La intervención del ministro se produce en el contexto del asesinato de seis militares en un ataque terrorista, el pasado 23 de junio. Otros dos resultaron heridos y al regresar a España, el pasado sábado 30 de junio, ni el presidente ni ninguno de sus ministros fueron a recibirles al aeropuerto.
El ataque ha destapado la vulnerabilidad de las tropas y un cruce de atribuciones de responsabilidad por la falta de medios, entre la cúpula del Ejército y el Ministerio de Defensa.
En este marco, el Gobierno y El País vuelven a concertarse para intentar desviar la atención hacia la gestión de la Defensa nacional por el Gobierno de José María Aznar.
El diario gubernamental examina, casi cuatro años después, la investigación del ataque que costó la vida a siete agentes del CNI destacados en Bagdad, el 29 de noviembre de 2003.
En una burda operación de enjuague del Gobierno de Rodríguez Zapatero, su diario empieza por subrayar que aquél ha sido el ataque con más bajas sufrido por las Fuerzas Armadas en el exterior.
Ante la comprometida comparecencia de Alonso en el Congreso, y con los cadáveres de los seis soldados asesinados en Líbano aún calientes, lo primero que se le ocurre al Gobierno y El País es relativizar la gravedad del atentado.
Según El País, el 22 de marzo de 2004 las tropas españolas en Diwaniyah –sur de Irak– detuvieron a Flayeh Al Mayali, traductor de uno de los agentes del CNI asesinados, como sospechoso de haber cooperado con los terroristas.
Basándose en filtraciones del Ministerio de Defensa que ponen al descubierto operaciones y métodos de las tropas españolas, El País asegura que la detención se ocultó a la Audiencia Nacional, competente en la investigación del caso.
Agentes del CNI interrogaron a Al Mayali durante tres días y después lo entregaron a las tropas norteamericanas, que lo recluyeron durante once meses en la prisión de Abu Graib, hasta que fue liberado por falta de pruebas.
Guiado por el Gobierno, El País asegura haber localizado en Bagdad a Al Mayali y haber hablado con él. El diario gubernamental afirma que el ex profesor de Español de la Universidad de Bagdad está dispuesto a venir a España, donde, sin embargo, pesa sobre él una prohibición de entrada, y declarar ante la Audiencia Nacional.
El País descubre, así, la verdadera intención del Gobierno de Rodríguez Zapatero, agitando ahora esta historia: meterla en la agenda para incoar un nuevo juicio paralelo al Gobierno de José María Aznar.
En pleno escándalo por la desprotección de los militares españoles en Líbano, El País asegura ahora que "los coches del CNI" atacados en 2003 en Bagdad "no tenían inhibidor de frecuencia, pero tampoco blindaje, pues en ese caso, probablemente, los agentes se habrían salvado".