(Libertad Digital) No en vano, los terroristas islamistas consideran los clubes nocturnos como uno de los símbolos de la decadencia de Occidente, por lo que no sería extraño que se convirtiese en un lugar idóneo para llevar a cabo su particular yihad o guerra santa.
De hecho, a principios de 2007 Scotland Yard arrestó a un grupo de terroristas islamistas que estaban planeando diversos atentados y entre sus objetivos se encontraba la sala Ministry of Sound, la meca de la música house.
Tiger Tiger es otro de los espacios nocturnos de Londres más populares y más concurridos. La sala es una mezcla de bar, restaurante y discoteca, que pertenece a una cadena británica, y abre toda la noche. El club consta de tres plantas y puede albergar hasta 1.000 personas, aunque, empleados del Tiger Tiger aseguraron que la noche del jueves se encontraban unas 650 personas, según informa The Times.
Se da la circunstancia que el jueves se celebraba la "noche de las chicas", sesiones recurrentes por este tipo de espacios para atraer al público masculino. Detalle que tampoco chocaría con el incendiario discurso islamista en el que también se ataca a la mujer occidental o de constumbres occidentales.
Desde primera hora de la mañana, Scotland Yard ha apuntado que Al Qaeda podría haber inspirado esta acción frustrada, aunque, pedían precaución y más tiempo para la investigación policial.