L D (EFE) El incidente, que ha coincidido con el inicio de un fin de semana crítico en cuanto a desplazamientos por la operación salida de San Juan, se ha producido sobre las 05.40 horas, a pocos metros de la estación de El Prat de Llobregat, cuando un convoy ha descarrilado, dañando unos cuatrocientos metros del sistema de electrificación y doscientos de vía.
En una rueda de prensa convocada de urgencia en Barcelona, el presidente de Renfe, José Salgueiro, ha afirmado que el accidente afectará, sólo durante este viernes, a unos 80.000 usuarios, ya que un total de 250 trenes tienen retrasos y cambios de recorrido, y ha anunciado que el servicio no se normalizará, como mínimo, hasta primera hora del lunes. Salgueiro ha admitido que no se siente "nada orgulloso" del servicio de Cercanías en Barcelona, aunque ha afirmado que no existe otra época en la "historia del ferrocarril" en la que se haya invertido tanto en los trenes en Cataluña.
Los pasajeros han vivido con indignación, desconcierto y quejas sobre la falta de información esta nueva incidencia en la red ferroviaria, que ha afectado tanto a los trenes de media y larga distancia como al conjunto de la red de Cercanías.
Las líneas más perjudicadas han sido la C-2 (Maçanet-Sant Vicenç de Calders), que ha quedado sin servicio entre las estaciones de Gavà y Sants, y la C-10 (Estación de Francia-Aeropuerto), cortada en su totalidad, lo que ha obligado a Renfe a habilitar un servicio especial de autobuses para garantizar la movilidad de los viajeros.
El director de Cercanías en Cataluña, Miguel Ángel Remacha, ha explicado que se han habilitado un total de cien autocares, aunque ha advertido de que "las alternativas no son siempre eficaces", por lo que ha recomendado utilizar transportes alternativos.
La Generalidad, por su parte, ha reforzado el servicio de transporte público de autobuses entre el Garraf y Barcelona para "minimizar" la afectación a los usuarios. Hasta que se normalice la situación, los trenes de media y larga distancia se desviarán por Vilafranca del Penedés (Barcelona), con retrasos medios de entre dos y tres horas.
El Euromed descarrilado, que pesa unas cuatro toneladas, se ha salido completamente de la vía en el punto kilométrico 669-281 de la línea Valencia-Tarragona-Barcelona, poco antes de la entrada al tramo soterrado de El Prat de Llobregat. Según las primeras investigaciones, la salida de vía del convoy, en el que ha resultado herido leve el maquinista, se ha producido por un exceso de velocidad, ya que el conductor superaba los 30 kilómetros por hora permitidos en la zona, según ha indicado Salgueiro.
Más de un centenar de operarios dedicarán más de cincuenta horas y cinco grúas de gran envergadura para intentar separar los vagones del tren para trasladarlo a otra vía y poder remolcarlo. Esta nueva incidencia, que ha saltado una vez más al terreno político, ha llevado a CiU a exigir "responsabilidades políticas al Gobierno del Estado" ante "la incapacidad que tiene la actual dirección de Renfe y de Adif para evitar nuevas problemas en las líneas ferroviarias" de Cataluña.
El portavoz de IU-ICV en el Congreso, Joan Herrera, ha tildado de "catastrófica" la situación del servicio de Cercanías, mientras que el PPC ha solicitado la comparecencia urgente en el Parlamento catalán del delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, y del consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que el Ejecutivo hará "todo lo que está en sus manos" para paliar los efectos del "lamentable" descarrilamiento en El Prat de Llobregat.