(Libertad Digital) La banda terrorista ETA está decidida a atentar como demuestra la caravana de la muerte con 130 kilos de amonal interceptada en Huelva. Pero, si lo que su altavoz mediático publica –el diario Gara– es cierto estaríamos ante una negociación sin precedentes en la que hasta la acción de la Justicia no es respaldada por el Gobierno.
De hecho, siempre según el diario Gara, los enviados socialistas –en este punto se habla ya de "tres importantes dirigentes del PSOE"– parecen hacer suya la terminología impuesta por ETA y califican las detenciones de "accidentes importantes", o por decirlo de otra manera, lamentan que su control de la Justicia no llegue a ciertos rincones porque es difícil parar procesos en marcha. La queja, como no podía ser de otra manera, acaba en el Partido Popular. Según dice ETA en Gara, los enviados socialistas culpan a ciertos jueces que "son instrumentos del PP".
Cuando, en otro momento de las conversaciones, se urge al Gobierno a actuar en favor de De Juana Chaos, los etarras se quejan del bloqueo preguntando si "no tenéis voluntad o no tenéis capacidad", y en ese caso, espetan, "¿con quién tenemos que negociar? ¿Con Gómez Bermúdez? ¿Con la Audiencia Nacional?"
En una serie de encuentros celebrados tras el de junio de 2006, ETA denunció el incumplimiento de compromisos traducido en la detención de etarras, la ilegalización, y las dudas de que el "pacto de Estado" con el PP se estuviera labrando. Según Gara, a la banda terrorista tampoco le gustó que el presidente del Gobierno dijera en una entrevista a Catalunya Radio que con ETA hablaría "de su disolución y del futuro de sus integrantes", cuando "el compromiso mutuo era que la definición de los siguientes pasos y el modo en que se iban a anunciar a la opinión pública debía ser también pactado", de lo que ya dio cuenta el lunes el diario.
En estos encuentros, ETA entregó a sus representantes una carta para Zapatero en la que decía: "la vulneración de las garantías establecidas en los acuerdos es motivo y puede suponer la ruptura del proceso de negociación y por lo tanto la suspensión del proceso abierto. ETA le hace un llamamiento directo para que actúe con responsabilidad y adopte las medidas pertinentes para cumplir las garantías y acuerdos alcanzados en la Mesa de Negociación".
"A Batasuna le ha gustado mucho"
No hubo más reuniones hasta finales de septiembre. Después llegó la queja de ETA por la declaración de Zapatero en el Congreso anunciando el inicio oficial de conversaciones "no se había atenido a lo pactado" porque el presidente incluyó lo que la organización terrorista consideró como "puyas": la Constitución y la Ley de Partidos Políticos.
Así lo expresa el diario:
- Cuando ETA recuerda que se emplearon ‘muchas horas’ en definir cada término de la declaración y que Zapatero no lo ha cumplido, por lo que incurre en ‘una total falta de credibilidad’, los enviados del presidente alegan que ‘a Batasuna le gustó mucho’ la comparecencia del 29 de junio. La alusión encrespa a los delegados de la organización: ‘¿Qué pensáis, que somos tontos?’.
El Gobierno tampoco ahorró críticas por la actitud etarra y reclamó un comunicado que supusiera "un salto decisivo". La respuesta fue: "Tras seis meses de incumplimientos, no vamos a dar ningún cheque en blanco (...) si vuestra intención es llevar a cabo una negociación técnica nos vais a tener enfrente otros 40 años".
Navarra no es un problema; Batasuna, menos
Otro punto de enfrentamiento fue Navarra. Sobre esto, el diario altavoz de ETA relata que, si bien en un primer momento los representes gubernamentales eran contrarios a su anexión al País Vasco, luego cambiaron su discurso para decir que la Comunidad Foral "no era un problema".
Además, Gara recuerda que en las reuniones que dieron pie al inicio del proceso, los representantes de la banda terrorista y el Gobierno pactaron que "la actual organización llamada Batasuna solicitará su inscripción en el registro de los partidos políticos, de acuerdo con las exigencias de la legislación vigente". Asimismo, el Gobierno debería obtener la habilitación de los grupos políticos del Parlamento "para flexibilizar la política penitenciaria con respecto a los presos de ETA y de la izquierda abertzale".
Una "exclusiva" para ETA
De igual modo, el Ejecutivo trabajaría para "adoptar el compromiso de garantizar la presencia en los próximos procesos electorales de la organización de la izquierda abertzale que represente a la actual Batasuna". Así, el Gobierno presentaría "inmediatamente después de las próximas elecciones generales una nueva ley de partidos políticos, que sustituirá a la vigente, con el objetivo de garantizar la participación política de la izquierda abertzale en condiciones de igualdad con el resto de partidos políticos".
De paso, desvelaron a los etarras una auténtica exclusiva periodística, y sugirieron que el Gobierno podría adelantar las elecciones generales al mes de octubre y «quitar» después de estos comicios la Ley de Partidos, evitando así que pudiese perjudicar electoralmente a Zapatero.