(Libertad Digital) El jefe de la Pericia judicial estalló en imprecaciones contra el ex jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, el pasado 6 de febrero. Ese día, durante los trabajos en el laboratorio, se detectó por primera vez dinitrotolueno (DNT) en una de las muestras conservadas de los focos de las explosiones del 11 de marzo de 2004.
Según El Mundo, que parece haber tenido acceso a la grabación en vídeo de las sesiones de trabajo de los ocho peritos, durante cuatro meses y medio, "en ese momento fue cuando" Alfonso Vega, funcionario de la Policía y jefe de la Pericia encargada por el Tribunal del 11-M, "comenzó a proferir gritos e insultos contra los Tedax y, en especial, contra su jefe, Sánchez Manzano. Todo ello, delante de las cámaras".
Para Casimiro García-Abadillo, vice-director de El Mundo y autor del detallado informe de tres páginas que el diario publica este lunes, "era como si el responsable de la pericia se hubiera dado cuenta en ese preciso instante de que el responsable de los Tedax les había ocultado ese dato. Al fin y al cabo, hay que recordarlo, fue el laboratorio de los Tedax el que hizo los análisis de los focos, cuyas muestras no se enviaron a la Policía Científica".
El mismo diario revela un dato significativo que puede ayudar a explicar la ocultación de la presencia de componentes incompatibles con la Goma 2-ECO por parte de Sánchez Manzano.
Durante la tarde-noche del 11-M, según El Mundo, la ayudante de Sánchez Manzano "llamó insistentemente al laboratorio de la Policía Científica" para interesarse por el tipo de explosivo hallado en la furgoneta Renault Kangoo.
"¿Trataba de hacer coincidir su propio informe con el de sus compañeros y decidió –de acuerdo con Manzano– ocultar el hallazgo de DNT y tal vez también el de nitroglicerina para que nada apartara la investigación de la prefabricada pista islamista?", se pregunta El Mundo en su artículo editorial de este lunes.
La furia al sentirse engañado por su compañero no desengañó a Alfonso Vega, sin embargo, de la versión oficial. Según el relato del diario dirigido por Pedro J. Ramírez, de las decenas de horas de grabación en vídeo de los trabajos de los ocho peritos –cuatro designados por la Policía y la Guardia Civil y cuatro, por las partes–, se deduce que el Vega "trata de conciliar una lealtad sin fisuras hacia sus superiores y el poder político del que emanan las órdenes que recibe con su condición de científico. Y, claro, la sucesiva aparición de evidencias que ponen en rotundo conflicto ambos planos termina por desquiciarle".
"Por eso" –expone El Mundo una verosímil explicación– "va de ridículo en ridículo al tener que improvisar sucesivas teorías de la contaminación".
El 20 de marzo se produce otro de los hallazgos claves de la investigación pericial. "En la mañana de ese preciso día", cuenta Casimiro García-Abadillo, "otro de los peritos de las partes, Carlos Romero, y Carlos Atoche –teniente de la Guardia Civil y defensor acérrimo de la versión oficial–, cuando se encontraban realizando un análisis en un cromatógrafo de gases marca Varian con la muestra M-1 –el polvo del extintor–, descubrieron nitroglicerina. Claramente".
Según El Mundo, la reacción de Alfonso Vega fue poner "el grito en el cielo: No puede ser nitroglicerina. Lo digo yo, que soy el director de la pericia. Y si hay dudas, impongo mi criterio". Todo ello, grabado por las cámaras dispuestas por el Tribunal con el fin de garantizar la total transparencia del proceso en el laboratorio.
"Un ramalazo de autoritarismo", lo califica El Mundo en su artículo editorial. Para este diario, "sólo si el Tribunal accede a las peticiones que ha recibido en este sentido y deduce testimonio contra el jefe de los Tedax y su colaboradora (...) será posible que la investigación siga adelante en sede judicial".