(Libertad Digital) Mientras el terror islamista continúa por las calles de la Franja de Gaza ejerciendo su dominio desde el jueves, el primer ministro del desaparecido Gobierno de unidad, Ismail Haniye, realizó un llamamiento a favor de la unidad de los palestinos (que ellos mismos han quebrantado) y se negó a dar por acabados los acuerdos firmados con los extremistas nacionalistas de Al Fatah el pasado marzo. Es la esquizofrenia de los terroristas de Hamas que por una parte empuñan las armas contra sus adversarios y por otra apelan a la legitimidad de la democracia electiva.
"Sigo afirmando que la vía está abierta y dispuesta a reformular las relaciones en relación a la firma de las bases nacionales", afirmó Haniye. Minutos después de este formalismo, el dirigente del grupo terrorista de Hamas mostró verdadero rostro, el de la cerrazón y fundamentalismo, al asegurar que "nada podrá resolverse sin el movimiento islámico y junto con todos los poderes del pueblo palestino".
Así las cosas, Ismail Haniye aseguró en rueda de prensa que se está "muy lejos de restablecer las relaciones basadas en una coherencia nacionalista pura". "Cualquier medida que se contradiga con los valores palestinos y sus tradiciones deben ser eludidas". También, con escasa credebilidad después de los crudos enfrentamientos protagonizadas por sus facciones y las de Al Fatah dijo que "los hogares sagrados de los ciudadanos, que deben ser protegidos".
Mientras seguían oyéndose los tiroteos de los terroristas de Hamas, el cesado primer ministro pidió volver a la calma. Ismail Haniye pronunció estas palabras ante la prensa durante los rezos de los viernes de la mezquita de Gaza.
Por otra parte, según informaron medios locales, un palestino resultó herido en una de las manifestaciones organizadas por Hamas para celebrar su asalto a la Franja de Gaza en el campo de refugiados de Al Bureij, informa Efe.