L D (Beatriz Mesa) Los jóvenes saharauis salen a la calle, por una parte, con motivo de las vísperas de unas conversaciones entre el Frente Polisario y el régimen alauita mediante las que se pretende alcanzar una salida al enconado conflicto, que no se base en la anexión del territorio a Marruecos”, y por otra, por la conmemoración del surgimiento del nacionalismo saharaui, que tuvo lugar en junio de 1970 en la capital del Sáhara Occidental, impulsado por el reconocido Brahim, alias “Basiri”.
Es conveniente precisar que estas detenciones no se producen como en los sistemas democráticos donde los detenidos disfrutan de la tutela judicial efectiva y el derecho a abogados de oficio. Todo lo contrario. En Marruecos, y en los territorios, bajo su ocupación, las Unidades de Intervención Rápida no se andan con rodeos, y ante cualquier saharaui que muestre una pancarta o slogan que les disguste "utilizan la porra, e intervienen brutalmente". Así se ha producido este mismo jueves cuando un grupo de manifestantes gritaban por la independencia . Uno de ellos fue directamente atropellado.
Según el activista Omar Buslen "A los secuestrados" de este jueves les espera una situación "tan infernal" como la que están padeciendo los nueve saharauis de la Universidad de Rabat, que tras ser procesados el pasado martes, fueron encarcelados en diferentes celdas, evitando así cualquier contacto entre ellos. Buslen denuncia además que "han sido encarcelados con presos comunes, sin derecho a visitas, y asistencia sanitaria, pese a las graves heridas, que les provocó las fuerzas marroquíes. Ante esta nueva oleada de violación de derechos humanos, los presos políticos decidieron protestar iniciando este miércoles una huelga de hambre".
El frente Polisario desconfía de que Marruecos actúe con buena fe en las negociaciones
El Polisario denuncia que Marruecos está haciendo pocos esfuerzos por encontrar una solución al conflicto del Sáhara, de cara las inminentes negociaciones.
Primero, explica el representante del Polisario ante la ONU, "porque los gendarmes no se dan un respiro en sus amenazas, y ataques a los saharauis" y segundo porque el rey debe aceptar dos premisas, que "la Comunidad Internacional no les puede dar el territorio, y que la población saharaui rechaza vivir bajo mandato marroquí". Si la delegación de Marruecos da la espalda a esta verdad histórica y a esta realidad, "será muy difícil alcanzar un acuerdo".