(Libertad Digital) El presidente de UPN, Miguel Sanz, señaló este miércoles que su partido no votará a favor del candidato socialista a la presidencia del Ejecutivo, Fernando Puras, pero destacó que, si él es "un obstáculo" para un Gobierno de coalición entre UPN y PSN, estaría dispuesto a renunciar a la Presidencia.
Sanz comentó en conferencia de prensa que no quiere entrar en "hipótesis" sobre el parlamentario de UPN que podría sustituirle como candidato a la Presidencia, ya que "sería el partido quien tendría que decidir" sobre ese extremo.
Apuntó que el PSN no le ha pedido en ningún momento que renuncie a la Presidencia y dijo no tener "esa ambición de poder que algunos quieren transmitir a la ciudadanía", aunque reiteró que para UPN, que fue la lista más votada en las pasadas elecciones, la Presidencia del Gobierno es "irrenunciable".
Sanz comentó en conferencia de prensa que no quiere entrar en "hipótesis" sobre el parlamentario de UPN que podría sustituirle como candidato a la Presidencia, ya que "sería el partido quien tendría que decidir" sobre ese extremo.
Apuntó que el PSN no le ha pedido en ningún momento que renuncie a la Presidencia y dijo no tener "esa ambición de poder que algunos quieren transmitir a la ciudadanía", aunque reiteró que para UPN, que fue la lista más votada en las pasadas elecciones, la Presidencia del Gobierno es "irrenunciable".
Un dirigente cualificado de UPN ha interpretado las palabras de Sanz como "un intento de dejar al PSN sin falsos argumentos y obligarle a que elija".
En declaraciones a LIBERTAD DIGITAL, la misma fuente señaló que "no hay nada previsto en UPN sobre un hipotético relevo de Sanz, pero está claro que si él ha manifestado que no será un obstáculo es porque quiere que se respete el voto de los navarros, que han hablado con claridad y han dicho que quieren un Gobierno foral presidido por UPN. Para el presidente Sanz, lo de menos es quién lo presida, pero sí tiene claro, como todos nosotros, que tiene que ser un presidente de UPN, por un elemental sentido del respeto a lo que han elegido los ciudadanos".
Para el mismo dirigente, la decisión del PSN de no respaldar la investidura de Uxue Barcos –Nafarroa Bai– como alcaldesa de Pamplona, porque ello obligaría a los socialistas a votar en el mismo sentido que ANV, "es de la máxima relevancia".
"Para Na-Bai, la Alcaldía de Pamplona lo es todo. Se trata de un partido montado sobre el márketing de un vasquismo bueno, pacífico, y Barcos era el mascarón de proa para desembarcar en el Gobierno de las instituciones de Navarra. Sin Pamplona, Na-Bai puede replantearse un eventual acuerdo con el PSN en el Parlamento", opina la misma fuente consultada por LD.
Miguel Sanz: "No me aferro a un sillón"
Miguel Sanz: "No me aferro a un sillón"
Por su parte, el presidente del Gobierno foral insistió en la idea de que no será un obstáculo para un acuerdo con el PSN: "Si alguien pretende transmitir la idea de que Miguel Sanz se aferra al sillón se equivoca totalmente", declaró el presidente navarro, quien insistió en que su partido se opondrá a que el PSN, tercer partido por número de votos por detrás de UPN y Nafarroa Bai, ostente la Presidencia del Ejecutivo.
Por ello, agregó, si el PSN quiere que su candidato sea presidente del Gobierno navarro, tendrá que pactar "con la Nafarroa Bai" de Patxi Zabaleta, que es, recordó, coordinador de un partido, Aralar, que en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra "pretende ceder sus actas de concejal a ANV-Batasuna", una medida que es "antidemocrática y al margen de la ley".
Por ello, agregó, si el PSN quiere que su candidato sea presidente del Gobierno navarro, tendrá que pactar "con la Nafarroa Bai" de Patxi Zabaleta, que es, recordó, coordinador de un partido, Aralar, que en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra "pretende ceder sus actas de concejal a ANV-Batasuna", una medida que es "antidemocrática y al margen de la ley".
Es Zabaleta, dijo Sanz, "quien pretende vender Navarra a plazos a lo que él denomina Euskal Herria", aunque para ello "necesita primero tener la complicidad del PSN", que "de momento se resiste a caer en la trampa".
Sanz resaltó que UPN no va a "traicionar" ni a "manipular" la "confianza mayoritaria de los ciudadanos" en las elecciones, donde su partido obtuvo 140.000 votos, y, si bien admitió que en el Parlamento Europeo y en otras instituciones se han dado "fórmulas extrañas" como la alternancia de partidos en el Gobierno, en Navarra "no se da el caso", debido a la elevada diferencia de escaños y de votos entre UPN y PSN.
Tras destacar que, si UPN debe ir a la oposición en el Parlamento de Navarra "iremos con dignidad", Sanz declaró que el PSN "no nos ha regalado nada" con su decisión de no sumar sus votos a los de ANV para que Nafarroa Bai ostente la alcaldía de Pamplona, lo que permitiría la reelección de la regionalista Yolanda Barcina.
El PSN, aseveró, "no nos ha regalado nada" actuando "responsablemente" y evitando sumar sus votos a los de ANV, que "cada día es más claro que es Batasuna-ETA".
Esa decisión de los socialistas en el Ayuntamiento de Pamplona, admitió, puede ser calificada de "responsable, sensata o adecuada", pero en ningún caso como "generosa" ni permite reclamar, dijo, una actitud de reciprocidad por parte de UPN para que Puras sea presidente del Gobierno de Navarra.
Sanz indicó además que UPN mantiene su oferta "tremendamente generosa" de un Gobierno de coalición con el PSN, cediendo incluso la vicepresidencia a los socialistas, o de un pacto de legislatura, y señaló que un Ejecutivo de UPN, PSN y CDN representaría a un 70% de votantes, y uno de PSN, Nafarroa Bai e IUN-NEB, a un 52%.
Además, consideró que, si el PSN pactase con Nafarroa Bai, significaría "caminar en sentido contrario a la Navarra reflejada en el Amejoramiento del Fuero" y supondría avanzar hacia "la desaparición de Navarra como comunidad diferenciada".
Sanz resaltó que UPN no va a "traicionar" ni a "manipular" la "confianza mayoritaria de los ciudadanos" en las elecciones, donde su partido obtuvo 140.000 votos, y, si bien admitió que en el Parlamento Europeo y en otras instituciones se han dado "fórmulas extrañas" como la alternancia de partidos en el Gobierno, en Navarra "no se da el caso", debido a la elevada diferencia de escaños y de votos entre UPN y PSN.
Tras destacar que, si UPN debe ir a la oposición en el Parlamento de Navarra "iremos con dignidad", Sanz declaró que el PSN "no nos ha regalado nada" con su decisión de no sumar sus votos a los de ANV para que Nafarroa Bai ostente la alcaldía de Pamplona, lo que permitiría la reelección de la regionalista Yolanda Barcina.
El PSN, aseveró, "no nos ha regalado nada" actuando "responsablemente" y evitando sumar sus votos a los de ANV, que "cada día es más claro que es Batasuna-ETA".
Esa decisión de los socialistas en el Ayuntamiento de Pamplona, admitió, puede ser calificada de "responsable, sensata o adecuada", pero en ningún caso como "generosa" ni permite reclamar, dijo, una actitud de reciprocidad por parte de UPN para que Puras sea presidente del Gobierno de Navarra.
Sanz indicó además que UPN mantiene su oferta "tremendamente generosa" de un Gobierno de coalición con el PSN, cediendo incluso la vicepresidencia a los socialistas, o de un pacto de legislatura, y señaló que un Ejecutivo de UPN, PSN y CDN representaría a un 70% de votantes, y uno de PSN, Nafarroa Bai e IUN-NEB, a un 52%.
Además, consideró que, si el PSN pactase con Nafarroa Bai, significaría "caminar en sentido contrario a la Navarra reflejada en el Amejoramiento del Fuero" y supondría avanzar hacia "la desaparición de Navarra como comunidad diferenciada".