LD (Europa Press) Entre 2001 y 2006, la presión fiscal ha registrado un avance de 3,04 puntos, lo que representa un crecimiento medio anual de seis décimas. Más de la mitad del repunte experimentado por la presión fiscal en este periodo, en concreto el 56 por ciento, es atribuible a los impuestos sobre la renta y el patrimonio, debido al dinamismo de los beneficios empresariales y al aumento de la masa salarial. Los impuestos sobre la producción y las importaciones aportaron, por su lado, un 38 por ciento a la subida de la presión fiscal en estos años.
Por último, las administraciones de la Seguridad Social, integradas por todas las unidades institucionales centrales y territoriales, presentaron en 2006 una presión fiscal del 11,76 por ciento del PIB, levemente superior a la del año anterior (11,73 por ciento). Las aportaciones de los recursos fiscales a las instituciones de la UE, que aumentaron un 5,5 por ciento, provocaron un retroceso en la presión fiscal de 0,01 puntos, hasta el 0,33 por ciento del PIB.
Con respecto a 2005, la presión fiscal se incrementó en 0,93 puntos en 2006, hasta situarse el conjunto de los recursos fiscales en el 36,52 por ciento del PIB. Este avance de casi un punto en la presión fiscal se debe, según el informe, al aumento en un 10,6 por ciento de los recursos fiscales, cifra casi tres puntos superior al crecimiento del PIB en términos nominales (7,8 por ciento).
Entre los distintos componentes de la presión fiscal, destaca el aumento en casi ocho décimas de los impuestos sobre la renta y el patrimonio, así como de los impuestos sobre la producción y las importaciones, que registraron un avance de casi dos décimas en 2006.
Por su parte, las cotizaciones sociales efectivas se mantuvieron el año pasado al mismo nivel que en 2005 y los impuestos sobre el capital, cuyo peso es menos significativo dentro de la presión fiscal, experimentaron un levísimo repunte.
Aumenta la presión fiscal en Comunidades y Ayuntamientos
Analizando los datos por instituciones, la Administración Central, compuesta por el Estado y otros organismos, elevó su presión fiscal en casi seis décimas durante 2006, hasta situarse en el 13,22 por ciento del PIB. Este avance es consecuencia del crecimiento en un 13,3 por ciento de los recursos fiscales del Estado, pues los correspondientes a los organismos de la Administración Central apenas variaron respecto a 2005.
Las comunidades autónomas situaron su presión fiscal en 2006 en el 8,13 por ciento del PIB, tras aumentar en casi tres décimas. El Ministerio de Economía y Hacienda explica en el informe que ello fue resultado de un incremento del 10,7 por ciento de sus recursos fiscales, incluida la participación en los impuestos estatales, de acuerdo con el sistema actual de financiación autonómica, en vigor desde el 1 de enero de 2002.
Por su parte, las corporaciones locales registraron una presión fiscal del 3,08 por ciento del PIB en 2006, frente al 3,03 por ciento de 2005, al experimentar sus recursos fiscales un crecimiento interanual del 9,3 por ciento. En dicha tasa ha influido positivamente la mayor participación en los impuestos estatales tras la puesta en marcha del nuevo sistema de financiación local, el 1 de enero de 2004.