Hace seis meses, después del atentado criminal de ETA en el aeropuerto de Barajas, le dije a Rodríguez Zapatero, en el pleno del Congreso de los Diputados, que cuando esto acabara, cuando llegara la hora de la verdad y las cosas se pusieran feas, yo estaría a su lado para ayudarle a combatir el terrorismo y derrotar a ETA. Esa hora ha llegado y he venido a confirmar mi palabra. No hay ningún cambio por mi parte. Estoy donde he estado siempre: ofreciendo todo mi apoyo para derrotar al terrorismo y para nada más que derrotar al terrorismo.
Y ni siquiera los antecedentes de reuniones como ésta han impedido mi presencia de nuevo hoy en Moncloa para recordar que el PP apoyará siempre la derrota del terrorismo. No esperen de mí que añada una palabra a lo que he repetido sobradamente a lo largo de los últimos meses.
No es hora de reproches ni de hablar de la credibilidad del presidente del Gobierno. Tiempo habrá en su día para pedir responsabilidades a cada cual por las conductas de estos últimos años.
Lo que importa hoy es que los españoles hemos sido amenazados y ahora toca actuar, porque por encima de todo está nuestra seguridad y nuestro derecho a vivir libres de amenazas y de coacciones. La prioridad es la derrota de ETA. El único objetivo es la derrota de ETA, y todo debe hacerse para derrotar a ETA sin más límite que la ley.
Esto es lo que le he dicho a Rodríguez Zapatero. Estamos ante un desafío que concierne a todos. Yo quiero decir a los españoles en estos momentos que la batalla contra ETA la vamos a ganar. Pueden tener la seguridad absoluta de que vamos a derrotar a los terroristas. Sabemos cómo hacerlo, tenemos los instrumentos para hacerlo y estoy completamente decidido a hacerlo.
ETA debe recordar, por si lo ha olvidado y se siente más fuerte, que gobierne quien gobierne en España nadie va a obtener nunca ninguna concesión política por matar o dejar de matar. Es mi posición. Debe perder cualquier esperanza de conseguir sus objetivos políticos. Debe saber que no combate a un Gobierno, sino a 40 millones de españoles, y que entre esos 40 millones no encontrará fisuras porque actuaremos unidos con una sola voluntad.
Si ETA piensa que vamos a claudicar, también se equivoca. Ni siquiera vamos a permitir que nos robe la esperanza del triunfo. ETA no puede ganar esta batalla contra la libertad y contra la vida. Y lo sabe. Y si lo ha olvidado, conviene recordarle que toda su barbarie criminal será inútil. Podrá intentar volver a sembrar dolor, sufrimiento y rabia, pero no podrá doblegarnos. No sé hasta donde llegará su ensañamiento, pero ni claudicaremos ni le daremos cuartel. ETA debe saberlo. Que no cuente con nuestra resignación. Jamás renunciaremos a la razón, a la justicia, y a la dignidad. Jamás nos verá de rodillas, y el ejemplo de las víctimas será siempre un referente para nosotros.
Por eso, derrotaremos a ETA y acabaremos con esta pesadilla. Quiero transmitir a los españoles un mensaje de esperanza. España es una gran nación. Una de las más antiguas de Europa y también una de las más avanzadas. Nuestra democracia es fuerte y sólida. Nuestras leyes están preparadas para luchar de manera eficaz contra el terrorismo. Y nuestra Constitución es una garantía de libertad y de convivencia.
Por eso, derrotaremos a ETA y acabaremos con esta pesadilla. Quiero transmitir a los españoles un mensaje de esperanza. España es una gran nación. Una de las más antiguas de Europa y también una de las más avanzadas. Nuestra democracia es fuerte y sólida. Nuestras leyes están preparadas para luchar de manera eficaz contra el terrorismo. Y nuestra Constitución es una garantía de libertad y de convivencia.