(Libertad Digital) El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, ha demandado este lunes, tras la reanudación del juicio del 11-M, que éste concluya pues, a su juicio, “no es razonable continuar cuando la investigación ya ha aportado pruebas suficientes de quienes son los autores”.
Antes de llegar a esta conclusión, sabida según él, a partir del 12 de marzo de 2004, Zaragoza sesgó lo que aconteció dentro y fuera de la "Casa de Campo". Dentro, un proceso judicial en el que “las pruebas se cuentan por centenares”, y fuera, un proceso paralelo en el que, “partiendo de una verdad interesada, se han rechazado las pruebas de la investigación y se ha elevado a verdad incuestionable” otras hipótesis.
El fiscal jefe defendió la investigación judicial como única vía que permitirá "obtener una verdad que reconforte y satisfaga a las víctimas". Frente a eso, dijo, hay un proceso paralelo que ha creado "situaciones propias de una esquizofrenia judicial" que han llegado incluso a desembocar en un "intercambio de roles entre las partes en este proceso".
La perfecta custodia de la mochila de Vallecas
En su defensa de la versión oficial llegó a negar la mayor de todas las dudas al afirmar rotundamente que la cadena de custodia de la mochila de Vallecas se mantuvo sin romper. Algo que en el juicio no quedó acreditado. Pese a esto, no aportó ninguna prueba nueva. Lo mismo defendió para la furgoneta Kangoo.
"Es rídiculo pensar que existen pruebas que fueron colocadas", dijo. Lo que hubo, continuó, fue un proceso judicial "dirigido por un juez instructor, independiente e imparcial" y que "cuida la legalidad en la obtención de las pruebas" para obtener "la verdad material". "Las pruebas se cuentan por centeneres, pruebas de caracter incriminatorio, de las que se deducirá la participación de los hechos de los acusados", recordó.
Denunció también la creación de sospechas sobre Policía, Guardia Civil y los miembros de las Fuerzas de Seguridad. Tampoco en este punto hizo referencia alguna a las contradicciones, los cambios de declaraciones y los datos que algunos testigos han ocultado o manipulado ante el tribunal.
Ataque a la investigación independiente de los medios
Para atacar a los medios que han investigado de forma independiente el 11-M recurrió a una sentencia de Cicerón: "No hay nada más hermoso que buscar la verdad; no hay nada más indigno que buscar la mentira y pretender que se convierta en verdad". El fiscal jefe se refirió también a la libertad de expresión e indicó que a pesar de que debe defenderse en todo caso "no es legítimo que se organicen campañas" o "se publiquen críticas" poniendo en duda la imparcialidad de jueces y fiscales. Esto, agregó "genera un importante descrédito del sistema de Justicia penal".
Zaragoza basó la defensa de la versión oficial en un ataque a los medios independientes y a algunas acusaciones particulares. Ahora el atentado ya no fue obra de una red terrorista ligada a Al Qaeda sino directamente fue perpetrado por la red de Ben Laden. Sin embargo, el terrorista saudí no está ni siquiera procesado. "Es una evidencia completamente demostrada en el proceso y en el proceso penal son las pruebas y no las especulaciones las que permiten condenar", recordó.
Y aquí llegaron los ataques a las acusaciones particulares que cuestionan la versión oficial. Acusó a "algunas acusaciones" de inclinarse hacia el mencionado "proceso paralelo" y pretender "prescindir de las pruebas". "No se puede intentar desesperadamente encontrar una trama criminal o supuesto policial que convertir en resultado último de los atentados; esto no es compatrible con la regla de administrar justicia", dijo.
"Da igual el explosivo"
Zaragoza dijo que la nueva prueba pericial practicada sobre los restos de los explosivos localizados en los trenes y otros escenarios de la masacre, "es importante pero no absoluta", y defendió la utilización de Goma 2 ECO en los atentados. Defendió así la necesidad de contrastarla con las demás pruebas disponibles e indicó que el hecho de que los expertos no hayan podido determinar que marca de explosivo estalló en los atentados "no quiere decir que lo que estalló no fuera Goma 2 ECO". No se puede decir que como no se sabe que explosivo estalló todos los acusados no tuvieran relación.
Zaragoza definió la citada pericial como "una discusión intensa" en la que surgieron "criterios dispares". Recordó el proceso celebrado por las intoxicaciones sufridas por el consumo del aceite de colza y dijo que en aquella vista la pericial tampoco fue uniforme. "La Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo completaron la pericial con el resto de las pruebas de las que se desprendían hechos" que confirmaban la contaminación por este tipo de aceite, destacó. "La pericial es una prueba más entre el cúmulo que debe ser valorado para determinar que es lo que estalló en los trenes", reiteró.
Zaragoza detalló los resultados de los análisis y se refirió a la presencia en 22 de las 23 muestras recogidas en los focos de las explosiones de ftalato de dibutilo, exclusivo de la composición de la Goma 2 ECO. Indicó que únicamente una de las muestras examinadas --la correspondiente a un polvo de extintor localizado en el tren de El Pozo-- contenía sustancias como la nitroglicerina o el dinitritolueno que, según algunos de los peritos de parte, la convierten en más cercana al Titadyne.
"Carece de sentido deducir que era Titadyne por una sola muestra de 23", dijo y señaló que, a pesar de ello, "da igual el explosivo que se utilizara" ya que lo importantes es "que todas las pruebas apuntan" a que los acusados en la causa fueron los responsables de la masacre. "No se puede decir que, como no se sabe qué explosivo estalló, todos los acusados no tuvieran relación", agregó.
Culpabilidad de Zouhier
El fiscal jefe destacó, por otra parte, la existencia de múltiples contradicciones en las 11 declaraciones prestadas en total por el acusado Rafa Zouhier. Así, dijo que al comparar su contenido se comprueba que "no hay ninguna igual" y destacó que sus afirmaciones solo pueden ser consideradas válidas respecto a la celebración de reuniones en restaurantes Mc Donalds para concretar el tráfico de explosivos. "Nunca informó suficientemente de la existencia de este tráfico", indicó, recordando que puso en contacto al acusado José Emilio Suárez Trashorras con el suicida Jamal Ahmidan, alias "El Chino" con objeto de que el primero proporcionara "decenas de kilos de explosivos que serían utilizados en los atentados.
Detalló las contradicciones en que incurrió Zouhier e indicó que cambió en varias ocasiones la relación de personas que participaron en este encuentro. Lo mismo, dijo, sucedió en las afirmaciones relativas a la entrega por parte de Suarez Trashorras de un detonador. En cuanto al ex minero Zaragoza puso en duda que pudiera sufrir un episodio psicótico en el momento en que orquestó la operación de trafico de explosivos. Consideró suficientemente acreditado que Suarez Trashorras "no es un enfermo mental", como han declarado, recordó, los médicos forenses que declararon ante el tribunal
Zaragoza, explicó además ante el tribunal la retirada de la acusación de autoría material para Basel Ghalyoun, al que acusa ahora únicamente de pertenencia a banda armada, delito por el que pide 12 años de prisión. Zaragoza se refirió a la declaración de una de las testigos visuales que, en un inicio le identificó en uno de los trenes de cercanías en el que se produjeron explosiones el 11 de marzo de 2004 y posteriomente cambió su declaración ante la sala. Destacó que esta persona reconoció en las ruedas de reconocimiento a Ghalyoun y recordó que posteriormente cambió de opinión al encontrar en un libro sobre la masacre una foto del huido Daouh Ouhnane.
Díaz de Mera
El fiscal solicitó ante la sala la deducción del testimonio del ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera, al considerar que ha quedado claro que su afirmación sobre la existencia de un supuesto informe que vincula a ETA con los atentados es falsa. Zaragoza destacó que la declaración de Díaz de Mera a este respecto ha sido desmentida por dos mandos policiales de la época de los atentados, el comisario general de Información Jesús de la Morena y el subdirector general operativo Pedro Díaz Pintado.
También la desmintieron, añadió, "la supuesta fuente", Enrique García Castaño, el comisario José Cabanillas, que según el ex director general manipuló el informe para ocultar los vínculos entre ETA y los islamistas, y "los propios inspectores" que llevaron a cabo el estudio. "Sus declaraciones han sido un auténtico despropósito", destacó Zaragoza que recomendó al tribunal que la deducción de testimonio solicitada sea la única que se lleve a cabo de todas las pedidas por las distintas partes. Varias defensas y acusaciones han anunciado que solicitarán otras deducciones de este tipo al valorar la existencia de falsedades en distintos testimonios policiales.