"ETA ha dado por finalizado el alto el fuego permanente abierto por ella misma en marzo de 2006. Es un periodo que ya había roto, de hecho, con el atentado cometido en la terminal de Barajas el pasado mes de diciembre que costó la vida de dos ciudadanos ecuatorianos. Hoy ETA ha tomado la misma decisión que otras veces en el pasado y ahora, como entonces, ETA vuelve a equivocarse. La respuesta a esta nueva equivocación será la que siempre han dado los gobiernos de España, las fuerzas democráticas y la sociedad en su conjunto. Una respuesta anclada en la defensa común de los valores e instituciones democráticas, en la estricta aplicación del Estado de Derecho, en la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la cooperación internacional.
Somos un país fuerte. La sociedad española ha mostrado a través de un periodo ya muy largo que su dolor no debilita su fortaleza, que el sufrimiento no merma su determinación. Lo mostrará ahora de nuevo sin ceder a ninguna de las amenazas o los desafíos a los que se le quiere someter.
La decisión de ETA va radicalmente en la dirección contraria al camino que desean la sociedad vasca y española. El de la paz. Un camino que sólo tiene un final. El del abandono definitivo de las armas, que sólo puede iniciarse y recorrerse con la renuncia completa a la violencia. Quiero dirigirme singularmente a los ciudadanos vascos. He realizado todos los esfuerzos posibles para alcanzar la paz y abrir un marco de convivencia para todos en el que pudiesen defenderse democráticamente todas las opciones y que supere todo enfrentamiento. Sé que la mayoría de los ciudadanos vascos conocen la autenticidad del esfuerzo que el Gobierno ha realizado y quiero reafirmar que mi mayor esperanza radica en la profunda voluntad de la mayoría de la sociedad vasca y española de vivir en paz y en libertad.
El futuro de los vascos depende y dependerá de ellos mismos en el marco de la ley y la democracia. Nunca dependerá de la violencia terrorista. Hoy quiero asegurar que el Gobierno, con la fuerza de la ley y el estado de derecho, pone y pondrá todos los medios para la defensa de la convivencia, de la libertad y de la seguridad de todos los ciudadanos.