(Libertad Digital) Si bien el consenso no es absoluto, la mayoría de los estudios científicos recogen un calentamiento de la Tierra. Donde hay mayores dudas es sobre la medida en que se está calentando nuestro planeta y especialmente sobre las causas últimas de la evolución del clima y el papel que pueda tener el hombre en dicho calentamiento.
Michael Griffin, jefe de la NASA, preguntado al respecto en la radio pública estadounidense (NPR), ha declarado que “no tengo duda de que existe una tendencia de calentamiento global”, pero “también estoy al tanto de los recientes hallazgos que parecen haber echado por tierra, que han descartado en gran medida, la conclusión de que gran parte de este tiene origen en la actividad humana”.
Es más, “no estoy seguro de que sea justo decir que es un problema con el que tengamos que lidiar”. Se hecho, “asumir que es un problema es asumir que el estado del clima de la Tierra hoy es el óptimo climático, el mejor clima que podríamos tener o que jamás hayamos tenido y que tenemos que tomar los pasos necesarios para que no cambie”. Y se pregunta: “Imagino que puedo preguntarme a qué seres humanos, y dónde y cuándo, se les tiene que otorgar el privilegio de decidir que este clima particular que tenemos en estos momentos, es el mejor clima para el resto de los seres humanos. Creo que es una postura muy arrogante”.
El último de los grandes problemas
Los debates en torno al calentamiento global son varios. El papel de la contribución humana al efecto invernadero no parece ser muy importante, ya que aporta sólo una parte del CO2 de la atmósfera. Y tampoco es el gas de efecto invernadero más importante, podio que le corresponde al vapor de agua, responsable del 98 por ciento del efecto invernadero.
El “ecologista escéptico” Bjorn Lomborg reunió a varios científicos de primera fila, entre quienes se encontraban varios premios Nobel, para que debatieran sobre la importancia relativa de 17 grandes problemas a que se enfrenta la humanidad, uno de los cuales es el cambio del clima. El simposio se llamó “Copenhagen Consensus” y se planteó cuáles eran las políticas más urgentes.
El primero fue la lucha contra el SIDA, el segundo la lucha contra el hambre por la vía de los micronutrientes y la tercera política más valorada fue la liberalización del comercio. La penúltima el protocolo de Kioto, y el último de los grandes problemas de la humanidad en importancia, el cambio climático.
Otro de los debates trata sobre si Kioto es el mejor camino para luchar contra las emisiones de CO2 que se generan por la actividad humana. Hay una alternativa, llamada Acuerdo Asia-Pacífico que, en lugar de recurrir al racionamiento, como Kioto, apuesta por el desarrollo económico y tecnológico. Ese acuerdo ha sido firmado por Estados Unidos, China, Corea del Sur, Japón y otros, que en conjunto emiten más CO2 que los firmantes de Kioto.