(Libertad Digital) El sanguinario etarra ya puede dejar el hospital en el que estaba ingresado. Según adelantó Radio Nacional, tiene el alta porque está recuperado de la huelga de hambre. Por decisión del Gobierno no volverá a la cárcel sino que se marchará a su casa. El propio asesino así lo anunció un día antes de las elecciones. Su salida se ajusta a lo que desveló la revista Tiempo: que el Ejecutivo de Zapatero había pedido a la Consejería de Sanidad vasca que retrasara el alta hasta después de los comicios. Quería evitar que esta decisión le pasara factura en las urnas.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias dijo que desconocía si el Hospital Donostia de San Sebastián había dado el alta médica al sanguinario etarra. "Cuando se produzca, la Administración Penitenciaria determinará", precisaron. Fuentes penitenciarias que citaba Europa Press indicaron que en el caso de que así fuera, el terrorista no podría salir este mismo jueves del hospital, ya que no se han realizado los trámites preceptivos. La concesión del alta médica por parte de los doctores que tratan a De Juana en el Hospital Donostia obliga a Instituciones Penitenciarias a reconsiderar la situación del preso, lo que podría suponer desde la aplicación del tercer grado penitenciario -sólo ir a prisión a dormir- hasta su traslado de nuevo a prisión en segundo grado.
En el caso de que obtenga, además del alta médica, la hospitalaria -es decir, que se considere que no es necesario que continúe en el hospital, pese a necesitar aún tratamiento médico-, el etarra podría permanecer en su domicilio bajo control telemático, y sólo podrá salir del mismo para acudir a consultas al hospital o para realizar actividades terapéuticas.
Control telemático
El control telemático podrá realizarse mediante la colocación de una pulsera o bien a través del teléfono, colocando en el aparato de su domicilio un dispositivo que realiza una serie de llamadas al día que De Juana deberá contestar. Para que esto se produzca, el Equipo Técnico de la prisión de Martutene, de la que pasó a depender De Juana cuando ingresó en el hospital Donostia, deberá entrevistar al etarra y constatar que durante su estancia en el centro médico no se ha producido ninguna novedad.
Tras la entrevista, el Equipo Técnico se reunirá y la Junta de Tratamiento propondrá a Instituciones Penitenciarias su opción, como ya ocurrió con la prisión atenuada de la cárcel de Aranjuez. Antes de que De Juana se instale en su domicilio de Mondragón, se deberá comprobar que la casa puede recibir la señal de control telemático y constatar cuál es la comisaría más cercana con la que se debe contactar si el preso rompiese su situación penitenciaria, explicaron a Europa Press fuentes penitenciarias.
Las mismas fuentes dijeron que mientras Instituciones Penitenciarias recibe la propuesta de la Junta de Tratamiento de Martutene el preso debería permanecer en la cárcel guipuzcoana, si se sigue el trámite habitual, aunque desconfiaron de que esto se produzca optando porque el preso espere en su domicilio bajo protección policial.
Zapatero, el árbol y las nueces
En declaraciones a Libertad Digital Televisión, el presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), ha confesado sentirse profundamente "indignado ante esta nueva ofensa". En su opinión, la salida a la calle de De Juana no es sino una evidencia de que "el Gobierno pretende rentabilizar la sangre de muchas víctimas de manera electoral".
Francisco José Alcaraz ha recordado que habían venido acusando al PNV de recoger las nueces del árbol que movían los terroristas de ETA, pero "ahora es Zapatero quien coge los frutos del árbol que mueven los terroristas". Para el presidente de la AVT, el presidente del Gobierno está "rentabilizando electoralmente la sangre de más de 1000 víctimas.
Coincidiendo con su alta médica, el diario La Razón publicaba este jueves que tres víctimas del terrorismo quedaron atemorizadas cuando se cruzaron con el etarra en los pasillos del Hospital Donosita de San Sebastián. Fue la semana pasada. Las tres, miembros del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, habían ido a acompañar a la viuda de un hombre asesinado por ETA que está ingresada en el mismo centro por el que hasta ahora se movía con total libertad el asesino. Al verle, las tres mujeres corrieron a esconderse para que no las reconociera. La presidenta de Covite, Cristina Cuesta, ha explicado al diario que "un asesino anda suelto y encontrarse con él da miedo".
La información la firma Carmen Gurruchaga en La Razón. Describe cómo se sintieron tres víctimas de ETA cuando se cruzaron con uno de los miembros de la banda terrorista más sanguinarios: De Juana Chaos, que acumula 25 asesinatos. Excarcelado por el Gobierno, aguardaba hasta este jueves y pasadas ya las elecciones, a un alta hospitalaria. Entre tanto, se paseaba a su antojo por las instalaciones del hospital y disfrutada cada día de una hora de paseo por las inmediaciones del centro. Lo ha hecho en cuatro ocasiones. A veces en compañía de su novia, siempre controlado por una pareja de agentes de la Policía vasca.
La pasada semana, cuando las tres víctimas de ETA que pertenecen a Covite fueron a visitar a la viuda de un asesinado por la banda terrorista, ingresada en la misma planta que De Juana, se cruzaron por los pasillos con él. Según detalla La Razón tras contactar con Cristina Cuesta, presienta del colectivo, "la primera reacción de pánico fue esconderse para evitar ser reconocidas". Las tres habían participado en las protestas a las puertas del hospital para pedir el reingreso carcelario de De Juana y, añade, "temían represalias". Cuesta llamó la atención sobre el hecho de que "un asesino anda suelto y encontrarse con él da miedo".