LD (Víctor Gago) El catedrático de instituto y divulgador de la Filosofía, José Antonio Marina, está interesado profesionalmente en el desarrollo de los materiales didácticos del nuevo conjunto de asignaturas integradas en Educación para la Ciudadanía.
Ha escrito el libro de texto del alumno, la guía del profesor y una innovadora guía para los padres que la editorial marianista SM sacará al mercado el próximo curso 2007-2008, primero en el que se impartirá el nuevo programa de adoctrinamiento ideológico previsto en la LOE.
Marina asesora, además, a la FERE, la patronal de los centros católicos concertados, que apoyan la implantación de EpC.
A su juicio, la joven Blanca María Díez Ponce "no tiene capacidad jurídica" para declararse objetora, al no ser mayor e edad, y tampoco encuentra "ninguna justificación objetiva" para que tome esa decisión.
Marina defiende la nueva asignatura, que se impartirá desde la Enseñanza Primaria hasta el Bachillerato, porque proveerá a los alumnos –según sostuvo este miércoles– de "un marco ético claro y estable" para una "educación de los afectos y de la sociabilidad".
"Creo que la nueva asignatura puede dar respuestas a una importante pregunta que no está planteada actualmente en nuestro sistema educativo: ¿Cómo debe ser el buen ciudadano? Si somos capaces de proporcionarle un marco ético claro y estable para que reconozca y respete la dignidad humana, y para que participe en política de manera responsable y consciente, entonces creo que la iniciativa merecerá nuestro aplauso", argumentó el escritor y pedagogo, durante su participación en las jornadas Nuevos retos para una Educación en Democracia, que se celebran en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con el patrocinio de SM, Santillana –grupo PRISA– y Wolter Kluwer.
Durante el turno de preguntas del público, LIBERTAD DIGITAL interrogó al ponente sobre el caso de Blanca María Díez Ponce y sobre la guía Educar en Valores, del Ministerio de Educación, en la que se recomienda, entre otros recursos didácticos, la lectura del cómic Alí Baba y los 40 maricones para fomentar el goce de la homosexualidad.
A esta segunda pregunta no respondió.
En cuanto a la cuestión de la primera estudiante española en declararse objetora a Educación para la Ciudadanía, José Antonio Marina expuso sus dudas sobre la capacidad jurídica de Blanca María Díez, al ser menor de edad, y reflexionó sobre los límites del derecho de los padres a educar a sus hijos.
"No es un derecho absoluto", indicó. "¿Qué pasa si los padres son nazis? No parece sensato permitirles educar a sus hijos como quieran. Ahí, ¿no tiene el Estado nada que decir? Claro que sí. El derecho educativo fundamental no es el de los padres a educar, sino el de los hijos a ser bien educados".
Durante su conferencia, José Antonio Marina se había declarado partidario, a nivel teórico, de la Objeción de Conciencia como un derecho corrector de la injerencia del Estado en la esfera de la conciencia privada.
Sin embargo, aplicado al caso de la Educación para la Ciudadanía, y a preguntas de LD, el autor de los manuales de SM para la nueva asignatura señaló que "no hay ninguna justificación" para acogerse a ese derecho constitucional. "Sería como declararse objetor a que se estudie la Teoría de la Evolución", lo comparó.
Marina abogó por superar "el malentendido" de la "falsa confrontación de EpC y Educación Religiosa". Una confusión en la que permanecen, a su juicio, "Martínez Camino [secretario de la Conferencia Episcopal española] y un par de obispos más", pero que no se corresponde con lo que este autor percibe en el conjunto de la comunidad católica y entre significados obispos, entre los que destacó al de Jaén, Monseñor Ramón del Hoyo.