L D (EFE) El antecedente más claro es el que ocurrió en el GP de Austria 2002 cuando Ferrari fue multado con un millón de dólares aunque muchos –como Gerhard Berger– creen que los dos casos no tienen nada que ver entre sí. En dicha ocasión Rubens Barrichello frenó completamente su coche poco antes de la llegada para dejar a Michael Shumacher ganar en el A1-Ring.
Tras aquel incidente, la escuadra de Maranello fue penalizada con una multa de un millón de dólares, "una multa con la que el equipo McLaren debería sentirse afortunado", según Ecclestone. En el caso de McLaren, Bernie Ecclestone fue claro: "Una cosa es segura, si hubo órdenes relativas a la posición de los pilotos, eso va contra las normas deportivas por las que nos regulamos".
Los medios británicos siguen hablando este miércoles de la carrera del domingo pasado en Mónaco, en la que se impuso el español Fernando Alonso por delante de su compañero de equipo, el inglés Lewis Hamilton, quien reveló más tarde las órdenes recibidas para aflojar el ritmo y evitar así el riesgo de un accidente. El jefe de McLaren, Ron Dennis, salió al paso de la polémica nada más acabar la carrera al declarar que McLaren no había dado órdenes de equipo y que tenían "una estrategia para ganar la carrera".
Por su parte, el copropietario de Williams, Patrick Head, se ha unido a la corriente que opina que McLaren actuó correctamente en Mónaco. "La influencia de un equipo sobre una carrera puede suceder de varias maneras, no sólo mandando sobre los pilotos: hay paradas de boxes, niveles de gasolina o especificaciones sobre el coche", declaró Head a la Gazzetta dello Sport. "Una escuadra que domina en Mónaco, como McLaren o Ferrari estos años, y deja a sus pilotos libres en la lucha por la carrera, será criticada si ocurre un accidente. Creo que un equipo no puede ser criticado por querer asegurar los máximos puntos", añadió.
El ex campeón Niki Lauda coincidió con Head al señalar que "no ocurrió nada especial", ya que "cuando tienes un minuto de ventaja es justo defender el resultado". Por último, el dueño de Toro Rosso, el que fuera piloto de Ferrari Gerhard Berger, añadió que "lo que pasó el domingo no tuvo nada que ver con la polémica sucedida en Austria". "Lo que sucedió en Mónaco es muy diferente de lo que pasó en Zeltweg (Austria). Un equipo puede ordenar a sus pilotos que mantengan su posición", concluyó.
Momento en que Rubens Barrichello frena a pocos metros de la línea de meta en el GP de Austria 2002 para dejar ganar a su jefe de filas, Michael Schumacher. Ferrari fue multado con un millón de dólares y desde entonces las órdenes de equipo están prohibidas.