L D (EFE) El documento, firmado por el director general de la AIEA, Mohamed El Baradei, agrega que debido a la falta de información entregada por las autoridades iraníes en el último año, el trabajo de los inspectores de Naciones Unidas se está "deteriorando".
En una resolución adoptada el pasado 24 de marzo, el órgano máximo de la ONU insta a Irán a suspender todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio en un período de 60 días, un plazo que vence este mismo miércoles. "Irán no ha suspendido sus actividades relacionadas con el enriquecimiento", destaca El Baradei en el informe de cuatro páginas, distribuido en Viena, donde se encuentra la sede de la AIEA.
El informe añade que Teherán sigue con sus actividades en la planta piloto de enriquecimiento y con la construcción de la planta subterránea de enriquecimiento, ambas en Natanz, en el centro del país. Además, los inspectores han detectado que los técnicos iraníes han empezado con la introducción de uranio en gas (UF6) en las cascadas de centrifugadoras, de las cuales ya funcionan más de 1.600.
Según los expertos, con esa cantidad de centrifugadoras Irán ya estaría teóricamente en condiciones para producir suficiente uranio enriquecido para construir una bomba atómica. El uranio enriquecido, materia prima para el combustible nuclear, se encuentra en el centro del contencioso nuclear con Irán, debido a su posible doble uso, civil y militar, dependiendo de su pureza.
Según el informe de los inspectores, Irán ha enriquecido uranio hasta el 4,8 por ciento, lo que la AIEA sigue verificando, pero para construir una bomba se requiere un grado de pureza superior al 80 por ciento. El documento de El Baradei será la base para las próximas deliberaciones en el seno del Consejo de Seguridad, cuyos 15 países miembros podrían decidir incrementar ahora el régimen de sanciones contra Teherán. EEUU y la Unión Europea (UE) sospechan que Irán quiere usar sus conocimiento nucleares para fines militares, algo que Teherán niega, alegando que solo tiene intenciones pacíficas como la generación de energía eléctrica.
En una resolución adoptada el pasado 24 de marzo, el órgano máximo de la ONU insta a Irán a suspender todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio en un período de 60 días, un plazo que vence este mismo miércoles. "Irán no ha suspendido sus actividades relacionadas con el enriquecimiento", destaca El Baradei en el informe de cuatro páginas, distribuido en Viena, donde se encuentra la sede de la AIEA.
El informe añade que Teherán sigue con sus actividades en la planta piloto de enriquecimiento y con la construcción de la planta subterránea de enriquecimiento, ambas en Natanz, en el centro del país. Además, los inspectores han detectado que los técnicos iraníes han empezado con la introducción de uranio en gas (UF6) en las cascadas de centrifugadoras, de las cuales ya funcionan más de 1.600.
Según los expertos, con esa cantidad de centrifugadoras Irán ya estaría teóricamente en condiciones para producir suficiente uranio enriquecido para construir una bomba atómica. El uranio enriquecido, materia prima para el combustible nuclear, se encuentra en el centro del contencioso nuclear con Irán, debido a su posible doble uso, civil y militar, dependiendo de su pureza.
Según el informe de los inspectores, Irán ha enriquecido uranio hasta el 4,8 por ciento, lo que la AIEA sigue verificando, pero para construir una bomba se requiere un grado de pureza superior al 80 por ciento. El documento de El Baradei será la base para las próximas deliberaciones en el seno del Consejo de Seguridad, cuyos 15 países miembros podrían decidir incrementar ahora el régimen de sanciones contra Teherán. EEUU y la Unión Europea (UE) sospechan que Irán quiere usar sus conocimiento nucleares para fines militares, algo que Teherán niega, alegando que solo tiene intenciones pacíficas como la generación de energía eléctrica.