L D (Luis del Pino) Rafael Gómez Menor, comisario experto en terrorismo islámico y anteriormente destinado en la UCIE, nos contó el jueves que a él es a quien debemos el haber podido encontrar el piso de Leganés. Los hechos, según él los narra, son los siguientes:
1. Él tenía destino en Burgos desde varios meses antes del 11-M, pero en las fechas correspondientes a los sucesos del 11-M y de Leganés estaba en comisión de servicio en Madrid para preparar el juicio contra la célula española de Al Qaeda (la célula de Abu Dahdah) y su jefe le pidió que echara una mano en la investigación del 11-M.
2. Consultó en los documentos de la instrucción un listado de 6 ó 7 folios donde constaban 230 tarjetas que habían sido comercializadas con la de la mochila de Vallecas.
3. Vio en ese listado un número que le llamó la atención, porque difería en 12 unidades de otro que él sabía que pertenecía a la mujer de Said Berraj, un presunto terrorista relacionado con la célula española de Al Qaeda.
4. Al ver ese teléfono, preguntó qué se había averiguado de ese número y le dijeron que se había descartado por el momento.
5. Entonces, convencido de la importancia de ese teléfono, solicitó el 2 de abril su listado de llamadas, vio varias de un móvil que correspondía a un español, contactaron con ese español y averiguaron que la persona que usaba el teléfono sospechoso había alquilado un piso en la Calle Carmen Martín Gaite a unos árabes. Exactamente a las 13:11:01, sus subordinados le confirmaron que las gestiones habían tenido éxito. ¡Voilá! ¡Piso de Leganés localizado!
Es una bonita historia, que podría fácilmente inscribirse como parte del relato de los hechos de la versión oficial. Hay algún problema, claro, como que esa versión no cuadra con otras que se han incluido en el sumario, como por ejemplo la que la fiscal recoge en su escrito de acusación: que el piso de Leganés se localiza porque unos árabes se lían a tiros en Zarzaquemada, huyen en un coche y terminan refugiándose en el piso de la Calle Carmen Martín Gaite durante la tarde del 3 de abril.
Tampoco cuadra la historia de Gómez Menor, por ejemplo, con el testimonio de Sánchez Manzano, el jefe de los Tedax, que dice que a él le avisan a las 12:00 (es decir, una hora y diez minutos antes de esas 13:11:01 señaladas por Gómez Menor) para que tenga preparados a sus hombres para una intervención en un piso de Leganés.
Pero vamos a suponer que la fiscal y Sánchez Manzano se equivocan y que el piso de Leganés se localiza, en efecto, como dice Gómez Menor. Vamos a analizar la historia que nos cuenta.
Primera falacia: el número de Gómez Menor
¿Cuál es ese número que le llamó tan poderosamente la atención a Gómez Menor como para centrar toda su investigación en él?
Pues ese número es el 645.65.84.95, que difiere, en efecto, en 12 números secuenciales de un número atribuido a Said Berraj, el 645.65.85.07, tal como consta en el sumario. Lo que nos lleva a la primera de las contradicciones de Gómez Menor: es imposible que Gómez Menor viera ese número 645.65.84.95 en ningún listado de 230 tarjetas comercializadas junto con la de la mochila de Vallecas, porque el número 645.65.84.95 no pertenece a los mismos lotes que la tarjeta de la mochila de Vallecas, ni nunca pudo ser vendido a través del locutorio de Lavapiés, ni nunca estuvo en poder de ninguno de los proveedores directos o indirectos de ese locutorio. De hecho, esa tarjeta 645.65.84.95 fue vendida, como consta en el sumario, por el sirio Abdul Khakek Al Jondi mucho antes del 11-M, y siguiendo una ruta de comercialización totalmente distinta a la de la tarjeta encontrada en la mochila de Vallecas.
Segunda falacia: 230 tarjetas
¿Por qué habla Gómez Menor de un listado de 230 tarjetas comercializadas con la de la mochila de Vallecas? Como consta en el sumario (véase el Enigma 17, "Los intocables"), el locutorio de Lavapiés compró 200 tarjetas telefónicas de Amena, pero no sabemos sus números, porque el proveedor de ese locutorio (la empresa Sindhu Enterprise) no apuntaba qué tarjetas vendía a cada cliente. Lo que sí sabemos es que esas 200 tarjetas provienen de un total de 473 tarjetas (373 identificadas y 100 no identificadas) que pasaron por las manos de Sindhu Enterprise o de sus mayoristas. Por tanto, podría existir un listado de 373 posibles tarjetas para estudio, pero no de 230. ¿De dónde saca Gómez Menor un listado de 230 tarjetas? ¿Qué listado de 230 tarjetas comercializadas con la de la mochila de Vallecas es ése?
Tercera falacia: el número que todo el mundo había despreciado
Nos cuenta Gómez Menor que él fue quien se dio cuenta el 2 de abril de la importancia de ese número 645.65.84.95 que "había sido descartado temporalmente en las investigaciones", por lo cual solicitó su intervención telefónica. ¡Ojo de lince, se llama eso!
Pues, o Gómez Menor miente de forma directa, o al pobre no le informaban de nada sus compañeros de la UCIE. En el sumario consta que ya el 20 de marzo de 2004 la UCIE preguntó al sirio Abdul Khalek Al Jondi por ese número 645.65.84.95. Y ese sirio declaró haber vendido esa tarjeta telefónica, y que era posible que se la hubiera vendido a El Tunecino. Por tanto, la UCIE conocía la importancia de dicho número al menos 13 días antes de lo declarado por Gómez Menor.
No sólo eso: en el informe redactado por la UCIE el día 29 de marzo de 2004 se indica que esa tarjeta 645.65.84.95 había estado en comunicación el 7 de marzo con uno de los números telefónicos que pertenecían al lote de la tarjeta de la mochila de Vallecas.
Para más inri, en el sumario consta una orden de registro del domicilio de Said Berraj de fecha 30 de marzo de 2004 donde precisamente se alega, para justificar ese registro, que el número telefónico atribuido a Said Berraj difiere en 12 números correlativos de otro (el 645.65.84.95) que podría estar relacionado con los atentados del 11 de marzo.
Fíjese el lector en este detalle, porque es importante por varios motivos:
En primer lugar, la orden de registro, en la que ya se resalta la importancia del número 645.65.84.95, tiene fecha de tres días antes de ese 2 de abril en que Gómez Menor nos dice que hace su descubrimiento. Por tanto, o no es Gómez Menor el primero en descubrir la importancia de ese número, o no descubrió esa importancia el 2 de abril, sino 3 días antes. Pero, si el 30 de marzo ya se sabía (bien por parte de Gómez Menor o de cualquier otro funcionario de la UCIE) que el número 645.65.84.95 tenía la suficiente importancia como para justificar el registro del domicilio de Said Berraj, ¿cómo es que la solicitud de intervención de ese teléfono no se realiza hasta el 2 de abril?
Y, lo más importante, fíjense en la inversión de razonamientos entre la solicitud de registro y la intervención telefónica. Gómez Menor nos dice que se solicita la intervención de la tarjeta 645.65.84.95 el 2 de abril porque difiere en 12 números correlativos de la tarjeta atribuida a Said Berraj. Es decir: como Said Berraj es un presunto terrorista, intervenimos ese número 645.65.84.95 que puede estar relacionado con él. Sin embargo, el razonamiento incluido en la orden de registro del domicilio de Said Berraj es justo el contrario: como la tarjeta 645.65.84.95 está relacionada con los atentados del 11-M, solicitamos que se registre el domicilio de Said Berraj, que parece estar relacionado con esa tarjeta.
Ni es verdad que ese número hubiera sido descartado en las investigaciones, ni es verdad que no se supiera de su importancia hasta el 2 de abril.
Cuarta falacia: las llamadas de la inmobiliaria
Gómez Menor dice que localiza el piso gracias a que el dueño de la inmobiliaria realizó una serie de llamadas al teléfono 645.65.84.95 para tratar de comunicarse con los árabes que habían alquilado el inmueble.
Efectivamente, en los listados telefónicos constan cuatro llamadas, efectuadas entre los días 25 y 30 de marzo. Lo cual resulta bastante curioso: el piso se había, supuestamente, alquilado a principios de marzo. Sin embargo, al dueño de la inmobiliaria (que en realidad es sólo una gestoría) no le entre la necesidad de llamar a esos árabes que le han alquilado el piso hasta el día 25 de marzo, es decir, cinco días después de que ya la UCIE hubiera preguntado por ese teléfono al sirio Abdul Khalek Al Jondi (cuya declaración tiene fecha de 20 de marzo). Coincidencias de la vida.
Quinta falacia: yo conozco ese número
Volvamos al modo en que Gómez Menor dice que se fijó en el número 645.65.84.95. Se fijó en él, nos cuenta, porque le sonaba que había otro atribuido a la mujer de Said Berraj (el 645.65.85.07) que difería en 12 números correlativos de éste.
¿Y cómo sabía Gómez Menor que ese otro número (el 645.65.85.07) estaba atribuido a Said Berraj? Lo que el sumario del 11-M nos cuenta es que ese número se atribuye a Said Berraj porque en los días previos al 11-M abandonó su domicilio y dejó ese número como nuevo número de contacto. El sumario cuenta también que esa tarjeta telefónica se vendió en mayo de 2003.
Por tanto, es imposible que Gómez Menor conociera ese número de Said Berraj por sus investigaciones anteriores acerca de la célula de Abu Dahdah, en cuyo juicio dice él que estaba trabajando. Said Berraj empieza a utilizar el número 645.65.85.07 muy cerca del 11-M, es decir, tres años después de los hechos a los que se refiere el sumario de la célula de Abu Dahdah. La propia comercialización de la tarjeta 645.65.85.07 se produce casi dos años después de la detención de Abu Dahdah. ¿De qué investigaciones te sonaba el número, Gómez Menor? ¿En qué Juzgado se estaban instruyendo las diligencias correspondientes?
En realidad, la respuesta es conocida: Gómez Menor hace referencia a unas diligencias que estaba instruyendo el juzgado de Garzón. Pero en esas diligencias ya estaba intervenido el teléfono 645.65.85.07.
Lo cual nos lleva a una consideración curiosa: ¿por qué se le cuenta a Del Olmo inicialmente que la razón para atribuir la tarjeta 645.65.85.07 a Berraj es que éste había dejado ese número como teléfono de contacto al abandonar su trabajo poco antes del 11-M? ¿Por qué no se le cuenta directamente a Del Olmo que ese número, el 645.65.85.07, está identificado e intervenido desde hace meses en otras diligencias instruidas por Garzón?
Sexta falacia: el listado de llamadas
En realidad, la historia de que el 2 de abril se solicita el listado de llamadas del 645.65.84.95 y con eso se localizan las llamadas a la inmobiliaria es falsa. O, por lo menos, no es toda la verdad.
Porque lo cierto es que, tal como consta en el sumario, la UCIE ya había solicitado el 29 de marzo al juez Del Olmo el listado de llamadas no sólo del 645.65.84.95, sino también del 645.65.85.07 (el teléfono atribuido a Said Berraj). Y el juez Del Olmo autoriza la entrega de esos listados el 30 de marzo (aunque, curiosamente, los autos correspondientes no tienen la firma del juez). Esta solicitud del listado de llamadas sí que cuadra con el hecho de que se solicitara el registro de la casa de Berraj el 30 de marzo.
Lo que el 2 de abril se hace es volver a enviar otra solicitud en el mismo sentido a la juez Teresa Palacios, añadiendo esta vez a la solicitud que, además de entregar los listados de llamadas, se procediera a la grabación de las conversaciones que tuvieran lugar a través de dicho número.
¿Por qué se efectuaron dos peticiones en el mismo sentido? Si ya había autorizado Del Olmo el listado de llamadas, ¿para qué enviar otra vez la misma petición a la juez Teresa Palacios?
Séptima falacia: conversaciones de terroristas
Pero el remate del tomate viene cuando acudimos a la documentación del sumario para ver qué conversaciones se consiguieron grabar de ese teléfono 645.65.84.95 adjudicado a los presuntos terroristas y que, según Gómez Menor, fue el teléfono clave para localizar el piso franco de Leganés.
Las conversaciones interceptadas a ese teléfono están almacenadas en 9 cintas que abarcan desde las 21:00 del día 8 de abril de 2004 hasta las 9:00 del día 23 de abril de 2004. Las conversaciones registradas, tal como figuran en las transcripciones oficiales que obran en el sumario, tienen el siguiente contenido:
CINTA 01
DESDE LAS 21:00 HORAS DEL DÍA 08.04.04 HASTA LAS 09:50 HORAS DEL DÍA 09.04.04
8/4/2004 21.13 Llama X (mujer) a José (español)
- X le dice que no va a bajar porque le duele la cabeza. Quedan en llamarse mañana.
FIN DE LA CINTA 01
CINTA 02
DESDE LAS 09.50 HORAS DEL 09-04-04 HASTA LAS 08.50 HORAS DEL 12-04-04.
11/4/2004 18:32 X (hombre) (castellano) llama a Y (mujer) (castellano)
- X le dice a Y que esta llegando a Villalba.
FIN DE LA CINTA 02.
CINTA 03
DESDE LAS 8.50 HORAS DEL 12/04/04 HASTA LAS 9.25 HORAS DEL 13/04/04.
12/4/2004 20:17 X (mujer) llama a Y (hombre)
- X- Hola Gus, estoy aquí en casa de Juan, porque Ana está enferma,
- Y- ¿Qué tiene?
- X- Un pinzamiento en la espalda, Juan ha tenido que ir a Coruña al médico porque lo operan el miércoles de varices.
- Y- nosotros vamos ahora a llevarte las esas, te los dejamos en casa.
FIN DE LA CINTA 03
CINTA 04
DESDE LAS 09.25 HORAS DEL 13-04-04 HASTA LAS 09\J) HORAS DEL 14-04-04.
13/4/2004 12:43 Llama X (mujer) a Ana.
- Ana pregunta si está sola.
- X le dice que está Eva.
- Quedan en verse.
13/4/2004 19:22 Llama X (mujer) a Jorgiño
- X pregunta por Ana, ¿que como está? y le dice que si quiere que vaya cuando se vaya a correr.
- Jorgiño le dice que no, que irá Julia.
- Quedan a las 07.45 horas.
FIN DE LA CINTA 04.
CINTA 05
DESDE LAS 09.00 HORAS DEL 14-04-04 HASTA LAS 09.00 HORAS DEL 16-04-04.
14/4/2004 20:38 X (mujer) llama a Y (hombre) (español)
- X le dice a Y que esta bien, que se le ha olvidado el móvil.
15/4/2004 16:46 Ana llama a Doly (español)
- Ana le dice que si no quiere ir ahora, que no vaya, que irá con su madre.
15/4/2004 20:11 Llama Estrella a Dolores (español)
- Hablan de un operación de corazón y de familia. Sin interés.
FIN DE LA CINTA 05
CINTA 06
DESDE LAS 09.00 HORAS DEL 16-04-04 HASTA LAS 09,00 HORAS DEL 19-04-04.
16/4/2004 16:31 Llama Víctor a Dolores
- Victor pregunta si está en el San Rafael.
- Dolores le dice que sí, que está en la segunda planta.
- Quedan en ver ahí.
16/4/2004 18:00 Llama Dolores a Ana
- Para informarle de la persona que tiene que entrar en el quirófano.
16/4/2004 18:45 Llama Dolores a Ana
- Para informarle de que aún no ha salido.
16/4/2004 19:01 Llama Dolores a Ana
- Le informa que ya salió y que el médico le dijo que bien, que tenía la pierna hecha un desastre.
16/4/2004 19:20 Llama Dolores a X (hombre)
- Le dice que lo acaban de subir a la habitación y que lo mandan para casa.
16/4/2004 21:03 Llama Dolores a UCIN, le salta el contestador
- Deja un mensaje par decirle que dentro de un ratito estará en casa.
18/4/2004 13:13 Llama Dolores y le dicen que se ha equivocado
18/4/2004 13:16 Llama Dolores a Mari Carmen
- Dolores le pregunta que donde está.
- Mari Carmen le dice que está en COVAS.
- Dolores le dice que apunte el móvil suyo.
- Mari Carmen le dice que si es el que sale en el teléfono.
- Dolores le dice que sí.
- Se despiden.
FIN DE LA CINTA 06.
CINTA 07
DESDE LAS 09:00 HORAS DEL DÍA 19.04.04 HASTA LAS 09:00 HORAS DEL DÍA 21.04.04
19/4/2004 16:44 Llama X (mujer) a su madre (español)
- Le dice que está esperándola en el centro comercial.
FIN DE LA CINTA 07
CINTA 08
DESDE LAS 09.00 HORAS DEL 21/04/04 HASTA LAS 09.00 HORAS DEL 22/04/04.
21/4/2004 11:59 X (mujer) llama a Y(hombre)
- X quiere que la invite a comer.
21/4/2004 13:59 X(mujer) llama a Y(hombre)
- Hablan del pescado.
21/4/2004 14:05 X(mujer) llama a Y(hombre)
- Sin interés.
21/4/2004 16:57 X(mujer) llama a Alicia
- Pregunta por Agustín y le dice que le llame al móvil.
21/4/2004 17:00 Agustin llama a X (mujer)
- Hablan del seguro del coche del niño.
FIN DE LA CINTA 08
CINTA 09
DESDE LAS 09:00 HORAS DEL DÍA 22-04-04 HASTA LAS 09:00 HORAS DÍA 23-04-04
24/4/2004 11:05 X Llama a Y
- X pregunta a qué hora se van a Coruña.
- Quedan en casa de Juan, a las 16:00.
FIN DE LA CINTA 09.
Como puede verse, el usuario del 645.65.84.95 no parece precisamente un peligroso terrorista. Ni tampoco parece musulmán. Son conversaciones de alguien español, que tiene a alguien con problemas de salud en su familia y que vive en algún punto de Galicia o tiene algún familiar gallego.
¿A quién pertenecía en realidad ese teléfono?
Conclusiones
Las declaraciones de Gómez Menor no son más que un cúmulo de falacias y medias verdades, con las que se intenta justificar cómo se llegó a un piso de Leganés cuya ubicación, en realidad, se conocía perfectamente, porque para algo era un piso marcado, con policía vecino incluido.
¿Alquilaron realmente unos árabes ese piso? ¿O se trata, una vez más, de una historia fabricada para justificar el episodio de Leganés?
Sin embargo, Gómez Menor sí dijo algo en su declaración que resulta importante: que, aunque todas las solicitudes de intervención telefónica se dirigían al juez, quien coordinaba la relación con las compañías telefónicas para la obtención de los listados de llamadas era Enrique García Castaño, comisario jefe de la UCAO.
Sólo por ese detalle, que ya tendremos oportunidad de comentar y que nos ayuda a cuadrar algunas piezas del puzzle, ha merecido la pena que pasara por el estrado.