(Libertad Digital) Según consta en documentos internos del Instituto Armado, a los que ha tenido acceso este periódico, son varios los datos que avalan esta línea de trabajo policial. En concreto, según publica El Mundo, "constatan que en los manuales intervenidos a etarras en Francia sobre el manejo de explosivos se dan explicaciones sobre el TNT, la pentrita y la fabricación casera de detonadores. Para los expertos esto es un indicio ya que presumen que ETA da instrucciones sobre el manejo de un material que previamente ha confeccionado y ha entregado al grupo, con el manual para su manipulación".
"También detallan que en uno de los zulos localizados en el País Vasco recientemente se encontró una gran cantidad de pentrita. Recuerdan –informa este diario– que la Gendarmería ha encontrado en Francia pruebas de ensayos realizados por ETA con nuevas sustancias explosivos, nada habituales de ETA". Según el periódico, otro de los indicios es que los terroristas utilizaran también algún tipo de potenciador del explosivo en su atentado de la T-4 de Madrid. Estos datos, además de investigaciones ya más operativas, han llevado a los responsables antiterroristas de la Guardia Civil a concluir que ETA "vuelve a tener una fábrica de explosivos" en el país vecino.
Otra de las conclusiones apuntadas en sus últimos informes, y que suscribe El Mundo, por estos analistas policiales es que la organización terrorista, en sus puestos de máxima responsabilidad, ha colocado a algún miembro de los denominados "históricos" de ETA o, tal vez, a alguien recién salido de prisión con dilatada experiencia en el manejo de explosivos y en el adiestramiento sobre este material a los comandos operativos.
"En sus informes, como una de sus conclusiones, apuntan que es muy probable que en los puestos de enseñanza de la organización y en los cargos de responsabilidad hacia los comandos operativos, como el recientemente desarticulado grupo Donosti, ETA haya recuperado a expertos que durante años han destacado por gran eficacia a la hora de confeccionar explosivos. En los informes de los analistas no se concluyen en este punto nombre alguno", informa este diario.
Pero sí apuntan –sigue suscribiendo este periódico– que los manuales intervenidos a los etarras durante los últimos meses demuestran que están recuperando técnicas empleadas por la organización terrorista durante los años 80 en la elaboración de bombas lapa o de coches bomba. Recuerdan estos analistas que durante aquella época, la eficacia de ETA con los explosivos era muy alta y temen, por este motivo, que los 'ingenieros' en explosivos recuperen esas técnicas y faciliten explicaciones solventes a sus nuevos activistas sobre explosivos que hagan una actuación operativa más temida para las próximas fechas.
"En los años 80, el uso del radio control era una constante de la organización terrorista, un uso que, por desgracia, tenía un alto nivel operativo; fallaba en pocas ocasiones. Solo al principio de los 90, la eficacia comenzó a decrecer entre otros motivos por la operatividad de los sistemas inhibidores", recuerde El Mundo.