LD (EFE) En un discurso ante sus militantes, el candidato de la centrista "Unión por la Democracia Francesa", François Bayrou, ha atacado el proyecto de sociedad del "todopoderoso Estado" de la aspirante socialista Ségolène Royal, y la "sociedad dura y dividida" del conservador Nicolas Sarkozy.
Tercero en las encuestas electorales detrás de Sarkozy, que sigue en cabeza, y de Royal para la primera vuelta, Bayrou dijo que "está claro para todos que si hay un candidato que puede vencer" a Sarkozy y "apartar un proyecto de sociedad" que no se corresponde a lo que muchos quieren para Francia, "soy yo". Subrayó que todos los sondeos, "publicados o no", dicen que ganaría al candidato conservador si el duelo final del 6 de mayo se jugara entre los dos.
En tanto, Royal mantiene su estrategia de movilizar a los votantes indecisos para asegurarse su presencia en la segunda vuelta electoral en la que, según un sondeo de la empresa CSA divulgado la noche de este lunes, empataría en un 50 por ciento con Sarkozy. Esta es la primera vez en casi un mes que logra igualar al candidato conservador en las intenciones de voto para el dueño final.
Para el primer asalto, Sarkozy se sitúa en un 27 por ciento de los votos, seguido de Royal con un 25, mientras Bayrou baja dos puntos, a un 19, y el ultraderechista Jean-Marie Le Pen sube medio punto, a un 15,5 por ciento. La socialista, que no desdeña los guiños al electorado centrista, descarta una alianza con la UDF antes del domingo, una alianza rechazada como "ni oportuna ni pertinente" por el ex primer ministro socialista Lionel Jospin.
Royal ha dicho en un mitin en Nantes que Francia necesita "una alternancia de una magnitud tan grande" como en mayo de 1981, cuando fue elegido el primer y hasta ahora único presidente socialista de la V República, François Mitterrand. La socialista ha hecho suyo el eslogan victorioso de Miterrand: "la fuerza tranquila".
La primera mujer con posibilidades de alcanzar el Elíseo dijo que "sólo las ideas de izquierda y de progreso, en las que los valores humanos van a imponerse a los valores bursátiles y financieros, permitirán a Francia volver a levantarse". Aunque reconoció que la batalla es "difícil", se mostró "confiada", en medio de las presiones a los simpatizantes de la izquierda radical a votar por ella el domingo y evitar así que el 22 de abril sea "otro 21 de abril", el de 2002, cuando el candidato socialista, Jospin, fue eliminado en la primera ronda de las presidenciales por el ultraderechista Le Pen.