(Libertad Digital) "¿Jura usted o promete decir la verdad? Es mi deber informarle que si faltare a la obligación que acaba de contraer puede incurrir en un delito de falso testimonio, causa criminal castigada con pena de prisión, multa o inhabilitación. ¿Hay alguna circunstancia, relación o condición que crea que puede impedirle decir la verdad?".
Esta es la forma con la que comienza Gómez Bermúdez la toma de declaración a todos los testigos. Y "Rosa" –el nombre con el que aparece en el diario de Polanco– como no podía ser de otra manera fue avisada por el tribunal del delito en el que podía incurrir se prestaba falso testimonio. El Código Penal marca genéricamente la pena para ese delito en el artículo 458.1:
- "El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses".
La entrevista que hacía apenas un mes la viuda de Jamal Ahmidan, "El Chino", había concedido a El País no hacía sino incrementar el interés que esta declaración ya suscitaba de por sí. Y no decepcionó. La que fuera mujer de uno de los presuntos terroristas no sólo incurrió en innumerables contradicciones sino que desmintió sus declaraciones a Pablo Ordaz. Y eso que la fiscal, Olga Sánchez, la trató con exquisita amabilidad: "Esto es un poco mayor que en el juzgado, pero no pasa nada", le tranquilizó. No le reprochó, como hizo el lunes con un testigo, que se hubiera "prodigado en los medios".
En esa entrevista con el periodista del grupo Prisa del día 8 de marzo, la viuda de El Chino contaba cómo, el 3 de abril de 2004, "su pareja de toda la vida, un marroquí de 34 años llamado Jamal Ahmidan, le telefoneó dos veces seguidas desde un piso de Leganés. La primera vez Rosa sólo escuchó sus sollozos mezclados con rezos y cánticos. La segunda, ella le pidió que se entregara y él le contestó: Si me entrego os arruino la vida a ti y al niño. Perdóname. Sólo te pido una cosa. Que cada vez que mires al niño a los ojos te acuerdes de mí".
Pues resulta que, según su declaración al tribunal que juzga los atentados, Jamal no llamó a su ahora viuda desde Leganés. ¿De dónde ha salido entonces la entrevista titulada "Jamal me dijo desde Leganés que era mejor morirse, que no se iba a entregar". Es un misterio. ¿Mintió Rosa a El País? ¿Ha mentido al tribunal?
El País no lo ha querido a dejar así. Pero en vez de rectificar su información, Pablo Ordaz ha vuelto a contactar con la viuda de El Chino y ha conseguido que ésta reconozca, o al menos eso es lo que se publica, que en el juicio no dijo la verdad.
Es más, el periodista no reconoce que la viuda desmintió lo declarado en El País hasta tres días después. En su edición del miércoles, un día después de que la viuda de El Chino compareciera, el diario seguía afirmando: "La llamó por teléfono justo antes de saltar por los aires. Le dijo que era mejor morirse". Las frases, rescatadas de nuevo de la primera entrevista habían quedado desmentidas por la testigo en sede judicial, bajo juramento y por dos veces (a preguntas de un abogado y del propio Gómez Bermúdez).
Pero este viernes Ordaz no dice nada sobre esto y, simplemente, se limita a reconocer que "este periódico en una crónica firmada por este periodista y publicada el pasado miércoles, aseguraba que ni la fiscal ni los abogados le habían llegado a preguntar por la tarde del 3 de abril, pero no fue así".
La noticia, en la que han rescatado a la testigo, no es muy visible. Se encuentra en páginas interiores del diario. En concreto en página par, a pesar de haber conseguido que "Rosa" afirmara que "me aconsejaron no contar en el juicio la llamada de mi marido".
La secuencia es la que sigue:
"Este periódico quiso saber ayer el motivo del cambio de versión de la viuda de El Chino. Así lo explicó ella.
-¿Por qué no contó en el juicio la llamada de su marido desde Leganés?
-Es que me aconsejaron que no lo contara.
-¿Quién?
-Me aconsejaron que no lo dijera.
-¿Creía que le podía perjudicar?
-No por eso, sino porque me pudiera poner peor de lo que estaba de ánimo.
-Pero, ¿le llamó o no su marido desde Leganés?
-Claro (que me llamó).
-¿Y fue tal cómo lo contó en la entrevista?
Sí, sí, exactamente así.
Desde la teoría oficial se insiste en que los terroristas muertos en Leganés realizaron varias llamadas a sus familiares para despedirse antes de saltar por los aires. En el caso de que las comunicaciones se hubieran producido, no aparece, en ninguno de los registros de las llamadas que realizó la Policía, que a la viuda de El Chino la hubieran telefoneado desde alguno de los móviles hallados en el piso.