(Libertad Digital) Llama la atención García-Abadillo sobre la "casualidad" de que coincida en el tiempo la aparición de los componentes propios del Titadyn en uno de los focos del 11-M y la publicación de una sentencia contra dos etarras que utilizaron estos mismos cuatro componentes para atentar, en 2000, contra el cuartel de Inchaurrondo.
Los cuatro componentes, como ya adelantó Libertad Digital el último día del pasado mes de marzo, son nitroglicol, nitrato amónico, dinitrotolueno y nitroglicerina. Los dos últimos no forman parte de la composición de la Goma2-ECO en la que se sustenta la versión oficial. Sin embargo, estos cuatro elementos sí que forman parte de algunos tipos de Titadyn y de otros modelos de dinamita.
Esto mismo es lo que recoge la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia en su sentencia contra los dos etarras que el 11 de noviembre de 2000 atentaron contra el cuartel de Inchaurrondo, en San Sebastián. Recuerda El Mundo que el atentado de los terroristas de ETA Ibon Etxezarreta y Luis María Carrasco "en realidad no se trató de un ataque contra la emblemática sede de la Benemérita, sino de un sofisticado intento de acabar con la vida de un buen número de sus agentes". Primero, en un descampado a unos 400 metros del cuartel, colocaron tres tubos unidos a un bloque de cemento y lanzaron una granada. No llegó a impactar. Muy poco después, cuando 16 agentes, entre policías, ertzainas y guardias civiles, rastreaban la zona los dos etarras accionaron una bomba. La mayoría de los agentes resultaron heridos de gravedad. Se pregunta García-Abadillo: "¿Qué utilizaron para perpetrar la matanza? Un teléfono móvil. Desde hacía meses, el comando Donosti tenía instrucciones precisas para llevar a cabo atentados con este macabro sistema, desarrollado por el ingeniero jefe de ETA, Elgorriaga Kunze".