A pesar de la prohibición del Arzobispado de seguir oficiando celebraciones litúrgicas en la iglesia, los tres sacerdotes de San Carlos Borromeo, Enrique de Castro, Pepe Díaz y Javier Baeza, cumplieron su palabra de ofrecer a su fieles una ceremonia el Domingo de Resurrección. Al término de la misa, los párrocos fueron aplaudidos por sus fieles, quienes profirieron cánticos de "No, no, no nos moverán".
El párroco Enrique de Castro declaró que al Arzobispado de Madrid no le preocupa la ortodoxia de la liturgia –el motivo del cierre fue entre otras cosas que daban de comulgar rosquillas-, sino que "Jesús no acepta el poder y ellos lo tienen". De Castro pronunció estas palabras a la salida de la misa celebrada en la parroquia de San Carlos Borromeo, momento en el que se abrazó y conversó con varios fieles asistentes al acto. Además, para De Castro el apoyo mostrado por los ciudadanos acudiendo a la liturgia no es "a un parroquia o a unos curas, sino a una manera de vivir o de pensar dentro de la Iglesia"."Eso es lo que nos pone contentos. Hoy somos muchos, otros días menos, pero incluso han venido agnósticos", añadió.
Por último, apuntó que no sabe cómo "hubiera actuado Jesús, pero sí como no lo hubiera hecho". "Queremos vivir como él ha vivido y como nos lo ha descubierto", explicó el párroco, quien aseveró que "es imposible" que el Arzobispado cierre la parroquia donde cada fin de semana se reúnen los fieles, porque "deberían escuchar a las personas". En este sentido, De Castro confió en que el Arzobispado acceda a reunirse con ellos y encontrar así una solución.