(Libertad Digital) En este caso Otegi tenía que haber sido juzgado por una nueva acusación de enaltecimiento del terrorismo durante una manifestación en la que se homenajeó al etarra muerto Arkaitz Otazua. Sin embargo, en otra muestra más del viraje del Ministerio Público, el fiscal decidió pedir al juez Grande Marlaska el sobreseimiento de la causa. Según publica El Mundo, como era la única acusación personada, el magistrado no tuvo más opción que plegarse a la solicitud.
Los hechos por los que tenía que haber sido juzgado se produjeron el 20 de septiembre de 2003. La dirección de la ilegal Batasuna-ETA participó en una manifestación para homenajear al terrorista Arkaitz Otazua. Había muerto una semana antes al enfrentarse a la Ertzaintza en el Alto de Herrera (Álava) tras tender a los agentes una emboscada.
Al día siguiente de la marcha proetarra los medios de comunicación reflejaron que Otegi dijo durante la clausura del acto, en las escaleras del Ayuntamiento de Bilbao, que "la izquierda abertzale tiene un puño de hierro para todos aquellos que pretendan volver a someter a este país a una terapia que no soluciona el conflicto político. No vais a jugar con nosotros. No lo vamos a permitir. Vamos a responder a todas y cada una de sus agresiones, a todos sus emplazamientos".
La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco decidió entonces querellarse contra el líder batasuno. Por esas fechas era parlamentario autonómico pero cuando perdió el escaño y la condición de aforado, la causa recayó en la Audiencia. La Fiscalía asumió la acusación. Sin embargo, ahora el Ministerio Público sostiene, según El Mundo, "que de la instrucción no se desprenden elementos suficientes para sostener una acusación". Alega que en los vídeos reunidos por el Juzgado no se escucha la voz de Otegi y que el propio acusado "no ha reconocido haber pronunciado ninguna frase incriminatoria".
Fuentes judiciales citadas por el diario sostiene que ante la petición de sobreseimiento del fiscal Luis Barroso, el juez Fernando Grande Marlaska sólo podía recurrir al fiscal jefe de la Audiencia, Javier Zaragoza, para que se pronunciase. "Una consulta inútil, explicaron fuentes judiciales, puesto que era evidente que el fiscal jefe estaba al tanto de una decisión tan relevante para Otegi", apunta la información.