(Libertad Digital) En la clausura de la VIII cumbre hispano-marroquí, el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero realizó una declaración conjunta con el primer ministro, Dris Jetu, en la que mostró su aprobación al plan autonómico dibujado unilateralmente por el monarca alauí para dar solución al conficto del Sahara Occidental. "Es una buena oportunidad". Lo afirmó Rodríguez Zapatero obviando la oposición pública de una de las partes, el Frente Polisario y las recomendaciones de la ONU en las que se apuesta por la celebración de un referéndum.
Dicho esto, Zapatero pidió que la solución definitiva se encuentre en el marco de Naciones Unidas. Intento así conciliar dos posturas encontradas. Sea como fuere, lo cierto es que el presidente español abandona con este tipo de afirmaciones la neutralidad tradicional para pasar a tomar partido y apoyar a una de las partes; la marroquí.
Especial interés suscitaba la mención que se iba a realizar sobre el conflicto saharauí en la declaración conjunta de Zapatero y Dris Jetu y no ha sido para menos. No hay que olvidar que este desmarque de Rodríguez Zapatero le valió una amonestación del presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, el pasado 12 de diciembre, en la reunión de Alto Nivel celebrada en Argelia. Lo que dejó en entredicho las relaciones bilaterales entre ambos países; perjudicando los intereses estratégicos de España respecto a este país del Norte de África sobre todo en lo que a políticas energéticas se refiere.
Finalmente después de la intervención, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se entrevistó con el Mohamed VI en el palacio Dar Essalam, tras el cual han compartido un almuerzo en honor del jefe del Ejecutivo español, en el que hubo presencia ministeral de los respectivos gobiernos.
Con todo, a su llegada al palacio alauí Rodríguez Zapatero fue recibido por el príncipe Mulay Rachid, hermano del monarca marroquí y no por éste. Pese a ello, el presidente socialista pasó revista a un destacamiento de la Guardia Real que le rindió honores.
Al almuerzo posterior de la entrevista, asistieron el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; y el del Interior, Alfredo Rubalcaba. De la parte marroquí participaron: el primer ministro, Dris Jetu; el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa; el de Interior, Chakib Benmusa, y el ministro delegado de Exteriores, Taieb Fassi Fihri.
Lluvia de ayudas
La VIII cumbre hispano-alauí se saldó con varios acuerdos y sobre todo generosos compromisos por parte del Gobierno español hacia quien el lunes el mismo Zapatero calificó de "mejor aliado" de la UE. Bajo una futura suscripción del Consejo de Ministros, el Ejecutivo socialista firmó dos memorándos de créditos FAD, de cien millones de euros cada uno, para la construcción en Marruecos de un parque eólico por parte de la empresa Gamesa Eólica y de una central termo-solar, a través de una consorcio en el que participa Abengoa. Se estima que el crédito se amortizará en 20 años, con un interés anual del 0,5 por ciento.
Respecto a inmigración, una de las materias más sensibles para España, se han limitado a elevar al rango de acuerdo el anterior memorando de entendimiento sobre repatriación de menores no acompañados que fue firmado por ambos países en diciembre de 2003. En la audiencia de palacio, Mohamed VI propuso al presidente español crear un grupo de trabajo permanente sobre inmigración.