LD (Agencias) El ministro se ha reafirmado este viernes en la decisión de ceder al chantaje de Ignacio de Juana, aun después de que el terrorista haya puesto fin a su supuesta huelga de hambre inmediatamente después de llegar al País Vasco. El Gobierno "no se siente burlado" por el asesino y "lo hubiera hecho igual" aunque hubiera sabido que éste iba a cesar en su chantaje, ha declarado Alfredo Pérez Rubalcaba a Radio Nacional. La concejal del PP en Madrid, Ana Botella, se ha preguntado en COPE "qué es lo que vendrá después de esta infamia".
El ministro del Interior calificó de "indecente" e "hipócrita" la posición del presidente del PP, Mariano Rajoy, en relación a la prisión atenuada del etarra José Ignacio de Juana Chaos porque, dijo, "él sabe que ha hecho cosas a veces incluso más difíciles".
"Aunque siempre tuvo el apoyo del PSOE -continuó el ministro-, porque eran legales y porque eran las acciones de un Gobierno democrático para acabar con ETA".
En declaraciones a la cadena SER el ministro se refirió a la decisión sobre el etarra que ayer asumió de forma personal y con la que admitió sentirse hoy mejor.
"Me siento mejor hoy, que no está en huelga de hambre, que ayer que lo estaba, porque yo era consciente de que si mantenía la huelga de hambre algunos días, con toda probabilidad, habría fallecido", señaló el ministro, quien insistió en que los informes médicos indicaban que "estaba muy deteriorado".
Pérez Rubalcaba, quien aseguró que la decisión es compartida por el presidente y "su coste, si lo hay, lo tiene él también", mostró su esperanza en que la opinión pública comprenda una decisión "tan compleja" y "difícil", aunque no pretende que la comparta porque "provoca tensiones morales muy fuertes".
El ministro criticó la posición del PP: "Ayer oí cosas indecentes que me han producido estupor", afirmó Rubalcaba, quien lamentó, en concreto, las declaraciones del secretario general, Angel Acebes, quien dijo que Miguel Ángel Blanco "estaría hoy con nosotros" si se hubiera cedido al chantaje de los terroristas.
El ministro dijo que le parecían "una indecencia" estas declaraciones y se mostró convencido de que si se hubiera podido salvar la vida de Blanco dando la prisión atenuada a alguien que le queda un año y medio de prisión por cumplir, "la democracia lo hubiera hecho una y mil veces".
De "indecentes" calificó también las declaraciones de otros populares, como las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y sostuvo que en esa posición del PP "están muchos de los escollos que está encontrando el llamado proceso de paz", para "salir adelante".
Sobre ese proceso, el ministro reiteró que "está roto" tras el atentado de la T-4 y añadió que "quien la puso (la bomba) tendrá que hacer lo que tenga que hacer", "desde luego algo muy serio para volvernos a convencer a los demócratas de que está seriamente interesado en que acabe la violencia".
"Aunque siempre tuvo el apoyo del PSOE -continuó el ministro-, porque eran legales y porque eran las acciones de un Gobierno democrático para acabar con ETA".
En declaraciones a la cadena SER el ministro se refirió a la decisión sobre el etarra que ayer asumió de forma personal y con la que admitió sentirse hoy mejor.
"Me siento mejor hoy, que no está en huelga de hambre, que ayer que lo estaba, porque yo era consciente de que si mantenía la huelga de hambre algunos días, con toda probabilidad, habría fallecido", señaló el ministro, quien insistió en que los informes médicos indicaban que "estaba muy deteriorado".
Pérez Rubalcaba, quien aseguró que la decisión es compartida por el presidente y "su coste, si lo hay, lo tiene él también", mostró su esperanza en que la opinión pública comprenda una decisión "tan compleja" y "difícil", aunque no pretende que la comparta porque "provoca tensiones morales muy fuertes".
El ministro criticó la posición del PP: "Ayer oí cosas indecentes que me han producido estupor", afirmó Rubalcaba, quien lamentó, en concreto, las declaraciones del secretario general, Angel Acebes, quien dijo que Miguel Ángel Blanco "estaría hoy con nosotros" si se hubiera cedido al chantaje de los terroristas.
El ministro dijo que le parecían "una indecencia" estas declaraciones y se mostró convencido de que si se hubiera podido salvar la vida de Blanco dando la prisión atenuada a alguien que le queda un año y medio de prisión por cumplir, "la democracia lo hubiera hecho una y mil veces".
De "indecentes" calificó también las declaraciones de otros populares, como las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y sostuvo que en esa posición del PP "están muchos de los escollos que está encontrando el llamado proceso de paz", para "salir adelante".
Sobre ese proceso, el ministro reiteró que "está roto" tras el atentado de la T-4 y añadió que "quien la puso (la bomba) tendrá que hacer lo que tenga que hacer", "desde luego algo muy serio para volvernos a convencer a los demócratas de que está seriamente interesado en que acabe la violencia".
El ministro de Interior aseguró que "no se siente burlado" y que "lo hubiera hecho igual" aunque hubiera sabido que el etarra Ignacio de Juana Chaos iba a dejar la huelga de hambre tras conocer la noticia de la prisión atenuada.
"Los médicos nos han dicho que estaba bordeando el peligro de muerte y por eso, entre otras cosas, he tomado la decisión", indicó Rubalcaba, al tiempo que aseguró que la medida es "absolutamente legal".
Asimismo, explicó en declaraciones a RNE que "no hay más que escuchar los ataques furibundos al presidente de Gobierno por parte de la oposición para darse cuenta de que esta es una decisión que es del ministro del Interior pero que también es compartida por el presidente y, cuyo coste, si lo hay, lo tiene el presidente también y en primera línea".
"El problema era que la tenía que explicar yo. Era mi responsabilidad y mi decisión y yo fui el que se la propuse al presidente de Gobierno y lo razonable era que lo explicara yo", insistió, el ministro, quien aseguró que "no espera" que la sociedad comparta una decisión "tan compleja y tan difícil pero sí que comprenda que había dos posibilidades o que muriera en la cárcel o aplicarle la medida de prisión atenuada".