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Trashorras dice que la Policía le quitó de la cabeza que El Chino pudiera ser amigo de etarras

Suárez Trashorras negó que ofreciera explosivos a alguna organización próxima a ETA, pero dijo que Jamal Ahmidan, El Chino, conocía a los etarras de la caravana de la muerte. El ex minero señaló que el motivo de no haberlo contado antes es que la Policía le dijo que era "imposible" la relación entre etarras y traficantes, por lo que le entró "la duda de que fuera un malentendido" suyo. Asimismo, manifestó que sólo "cuando la SER afirmó, la noche del 11 de marzo, que había suicidas en los trenes" dio importancia a la frase que le dijo El Chino: "Si no nos vemos en la tierra nos veremos en el cielo".
"Ni cuatro fiscales van a poder conmigo"
Las muestras en poder de Sánchez Manzano

Suárez Trashorras negó que ofreciera explosivos a alguna organización próxima a ETA, pero dijo que Jamal Ahmidan, El Chino, conocía a los etarras de la caravana de la muerte. El ex minero señaló que el motivo de no haberlo contado antes es que la Policía le dijo que era "imposible" la relación entre etarras y traficantes, por lo que le entró "la duda de que fuera un malentendido" suyo. Asimismo, manifestó que sólo "cuando la SER afirmó, la noche del 11 de marzo, que había suicidas en los trenes" dio importancia a la frase que le dijo El Chino: "Si no nos vemos en la tierra nos veremos en el cielo". "Ni cuatro fiscales van a poder conmigo" Las muestras en poder de Sánchez Manzano
(Libertad Digital) El ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, acusado de proporcionar los explosivos a los autores del 11-M, ha negado ante el juez haber ofrecido explosivos a nadie, incluida ETA, y tras calificar esta acusación contra él de "película", aseguró que fue el ex confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier el que le preguntó dónde podía encontrar explosivos. "Eso de que hemos ofrecido explosivos es falso, y hay películas como que hemos vendido 250 kilos a ETA cuando ETA no ha tenido explosivos en los dos últimos años (...) o que si hemos cambiado droga por explosivos (...). Hemos sido seguidos por la Policía desde 2001 hasta 2004 y todo los resultados han sido negativos", se quejó Suárez Trashorras.

Trashorras, quien accedió a contestar las preguntas del fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, que pide para él la máxima pena (38.667 años de cárcel) por ser quien supuestamente facilitó los explosivos para los atentados, afirmó también que fue Zouhier quien le preguntó dónde podía encontrar explosivo y negó haberle facilitado una muestra de explosivo en febrero de 2003. Destacó además que él no pudo hacerse con el explosivo porque desde que se jubiló en 2002 no tenía acceso a mina Conchita ni contacto con ningún empleado, y añadió que sólo conocía al acusado Raúl González, del que aseguró tampoco trabajaba ya en mina Conchita, sino en otra mina asturiana.

Sobre Zouhier, acusado que le precedió en esta séptima sesión de juicio, explicó que una vez se acercó a él cuando fue a la cárcel de Villabona (Asturias) a visitar a su cuñado Antonio Toro "y por eso nos preguntó" por los explosivos.

Respecto a una entrevista que concedió al diario El Mundo en la que dijo que el presunto líder de la célula que perpetró el 11-M, Jamal Ahmidan, El Chino, conocía a los dos etarras que fueron detenidos en Cañaveras (Cuenca) el 29 de febrero de 2004 con una furgoneta cargada de explosivos, señaló que no había dicho nada sobre este asunto porque nadie le había preguntado hasta ese momento por ello y porque cuando se lo dijo a la Policía le dijeron que eso "era imposible". "Me dijeron que ETA no se relacionaba con traficantes y que era imposible esa relación" manifestó Trashorras al indicar que por eso le entró "la duda de que fuera un malentendido".
 
A lo largo de su declaración, Suárez Trashorras, repitió en en varias ocasiones que era "colaborador de las fuerzas de seguridad y trataba de captar información para transmitírsela al mando", el "inspector Manolo", inspector de estupefacientes de la brigada de Avilés, también conocido como Manolón.
 
Trashorras dijo que Manolón "estaba en la reunión que hubo con sus compañeros de Oviedo" a últimos de octubre de 2003 o principios de noviembre, donde les contó Jamal Ahmidan El Chino y Rafa Zouhier le habían preguntado por explosivos en la reunión celebrada el 28 de octubre de 2003 en el Mc'Donalds de Carabanchel. Cuando el fiscal le dijo que esta reunión con Manolón y otros policías de Oviedo no la había mencionado en sus declaraciones judiciales, Trashorras replicó que "el inspector Manolo tampoco ha dicho nunca hasta 2005 en el sumario que existió esa reunión".
 
Además negó que le hubiese entregado un detonador Zouhier, "yo no suelo viajar con detonadores en el maletero", dijo. Trashorras señaló que el "Megane amarillo" al que se refiere Zouhier no era suyo.
 
Suárez Trashorras añadió que en 2003 "bajó" unas "diez o doce veces" a Madrid y que siempre paraba en un bar enfrente del cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas. Negó que allí entregase nada a Zouhier al remarcar que un bar frecuentado por agentes de la benemérita "no es el sitio adecuado para intercambiar drogas o explosivos".

Al voler el fiscal a la reunión en el MacDonalds de Carabanchel, Trashorras dijo que fue convocada por Zouhier, y también estaban presentes Jamal Ahmidan El Chino, y Rachid Aglif. Dijo que "primero" le "hablaron de hachis" pero que él no tiene "clientes para el hachis" y que tiene que "consultarlo con el inspector Manolo". Después, continuó, le "hablaron de explosivos" pero no especificó quien de los presentes sacó el tema, se limitó a decir que "allí se habló de explosivos y estaban los tres". Reiteró que este encuentro lo comunicó a la policía en la reunión que tuvo con "la brigada de Oviedo", pero que no le dio importancia por la falta de "credibilidad" de Zouhier. que relató que después de ese encuentro "El Chino" subió a Asturias "para enseñarme unas muestras de hachís" en un primer viaje y después regresó con los 85 kilogramos, de los que dijo que la persona para la que eran "pagó 60" porque el resto "era de mala calidad".

Cuando el fiscal le preguntó si El Chino, había justificado los atentados del 11-S en una conversación que tuvo con Trashorras y su mujer, éste explicó que El Chino "dijo que también estaba muriendo gente en los territorios palestinos", pero que no creía que eso "sea una justificación". El fiscal insistió en si consideraba que El Chino era un islamista o un fanático religioso, a lo que Trashorras respondió que lo vio "unas ocho veces" y que lo veía "como un occidental, con su BMW que ha disfrutado de las chicas conmigo, no lo veo como un religioso" e insisitió en que "no justificó el 11-S, sólo dijo que también morían en los territorios palestinos", lo que, dijo, se lo había oído ya a otros muchos musulmanes. Además, insistió que en esa conversación su mujer "lo estaba picando" y provocando con temas como el conflicto de "perejil".

En su declaración, Trashorras también aseguró que ha estado en las instalaciones de mina Cochita, de la que se supone que proceden los explosivos del 11-M, desde el año 2002.  Asimismo, negó tener garaje: "No tengo garaje, tengo trastero, no tengo garaje. Y tampoco vi las mochilas". También negó poseer un Ford Scord ya que el único coche que tuvo de ese modelo se "desguazó en el año 2002. Es el único Ford Scord que he tenido en mi propiedad".  
 
"Cuando la SER dijo que había suicidas en los trenes" se acordó de lo dicho por El Chino
 
Respecto a la llamada de El Chino desde Ibiza en la que se despide con la frase "si no nos vemos en la tierra nos veremos en el cielo", el fiscal le preguntó si eso confirmaba la idea de que El Chino era un religioso radical, a lo que Trashorras le respondió "no, confirmaba mi idea de que estaba en Ibiza y posiblemente estaría drogado". Posteriormente aclaró que él conocía Ibiza y  que "la gente va allí a drogarse".
 
Tras los atentados, Trashorras dijo que dio importancia a esa frase y pensó que El Chino podía ser uno de los autores de los atentados. Sobre todo "cuando la Cadena SER dijo el día 11 por la noche que había un suicida en los trenes". Sin embargo, esta explicación no le valió al fiscal, quien ha intentado hasta la saciedad que el ex minero afirmara que llegó a esa conclusión porque él proporcionó los explosivos. Pero Trashorras mantuvo que a él le pareció relevante la frase de El Chino una vez que la SER afirmara que "había suicidas en los trenes". Además, dijo, "yo le di importancia del mismo modo que se la dio el jefe de la Brigada de estupefacientes" de Avilés, Manolón .
 
También dijo Trashorras que en su primera declaración judicial afirmó que había visto explosivos porque "el juez Del Olmo nos dijo, "astutamente", a mi mujer y a mí que estábamos protegidos, y por eso declaré lo me dijo que dijera el agente del CNI y la Policía".

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