L D (EFE) A las 03.18 horas de la madrugada de este viernes aterrizó en el aeropuerto de Santiago de Compostela un Boeing 707 de las Fuerzas Aéreas Españolas procedente de Kirguizistán con los restos mortales de Idoia Rodríguez Buján. Apenas quince minutos después descendieron del avión cuatro militares, entre los que se encontraba el novio de la soldado fallecida, que también formaba parte del contingente de la Brigada Ligera Aerotransportable destinada en el país asiático.
Tras abrazarse con una familiar y con el presidente del Gobierno, el novio de la soldado fallecida se fundió en un abrazo que duró más de veinte minutos con la madre de Idoia Rodríguez, que se encontraba en una silla, ya que estaba sensiblemente emocionada. Sobre las 03.45 minutos un grupo compuesto por ocho militares de la Brilat llevaron a hombros el féretro de Idoia, mientras eran escoltados por diez soldados más, al son de los tambores que marcaban el paso lento, los restos mortales de la fallecida hasta el hangar dispuesto para celebrar la ceremonia.
Una vez depositado el féretro sobre un soporte, la familia de la soldado se abalanzó sobre el mismo y llevada por la emoción, la madre de Idoia sufrió un desvanecimiento, por lo que fue llevada a otro lugar por su marido, el novio de Idoia y otros familiares.
Acto seguido el presidente del Gobierno y el ministro de Defensa impusieron la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, así como la medalla de la OTAN, sobre el féretro que permanecía cubierto con una bandera de España. Un distintivo concedido por el Gobierno para misiones humanitarias y no para acciones bélicas, como había pedido el PP.
Rodríguez Zapatero entregó las medallas a los familiares, ya que la madre y el padre todavía no habían regresado. Lo hicieron minutos más tarde, cuando ya habían retirado el cadáver a una sala adyacente para su reconocimiento. Una vez finalizado el acto, el presidente del Gobierno se despidió de las autoridades civiles y militares presentes, y despegó rumbo a Madrid a las 04.20 horas.
Está previsto que a lo largo de este viernes se instale la capilla ardiente en el tanatorio de Friol (Lugo), localidad natal de la soldado fallecida, y que el sábado se celebre el funeral y posterior entierro.
Tras abrazarse con una familiar y con el presidente del Gobierno, el novio de la soldado fallecida se fundió en un abrazo que duró más de veinte minutos con la madre de Idoia Rodríguez, que se encontraba en una silla, ya que estaba sensiblemente emocionada. Sobre las 03.45 minutos un grupo compuesto por ocho militares de la Brilat llevaron a hombros el féretro de Idoia, mientras eran escoltados por diez soldados más, al son de los tambores que marcaban el paso lento, los restos mortales de la fallecida hasta el hangar dispuesto para celebrar la ceremonia.
Una vez depositado el féretro sobre un soporte, la familia de la soldado se abalanzó sobre el mismo y llevada por la emoción, la madre de Idoia sufrió un desvanecimiento, por lo que fue llevada a otro lugar por su marido, el novio de Idoia y otros familiares.
Acto seguido el presidente del Gobierno y el ministro de Defensa impusieron la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, así como la medalla de la OTAN, sobre el féretro que permanecía cubierto con una bandera de España. Un distintivo concedido por el Gobierno para misiones humanitarias y no para acciones bélicas, como había pedido el PP.
Rodríguez Zapatero entregó las medallas a los familiares, ya que la madre y el padre todavía no habían regresado. Lo hicieron minutos más tarde, cuando ya habían retirado el cadáver a una sala adyacente para su reconocimiento. Una vez finalizado el acto, el presidente del Gobierno se despidió de las autoridades civiles y militares presentes, y despegó rumbo a Madrid a las 04.20 horas.
Está previsto que a lo largo de este viernes se instale la capilla ardiente en el tanatorio de Friol (Lugo), localidad natal de la soldado fallecida, y que el sábado se celebre el funeral y posterior entierro.