LD (EFE) En declaraciones a varios periodistas, el presidente de Ecuador, Rafael Correa ha responsabilizado a los diputados de los hechos violentos registrados en el Congreso. Decenas de manifestantes, seguidores del mandatario, irrumpieron en la sede legislativa causando destrozos. Los legisladores fueron desalojados previamente. Los seguidores de Correa exigen que sea aprobada una consulta popular que de paso a la reforma de la Constitución, como pretende el presidente.
El Congreso, indicó Correa, debe "apagar el fuego que ha encendido en el país" al impedir que se agilice su convocatoria a una consulta popular para instaurar una Asamblea Constituyente de plenos poderes. A los periodistas remarcó que "es muy fácil que en estas manifestaciones masivas se haya infiltrado gente que quiera crear el caos, pero por eso digo que estamos jugando con fuego, como lo dijo el propio presidente del Congreso (Jorge Cevallos)". Sin embargo, el jefe del Estado aseguró que "le corresponde a ellos (los diputados del Congreso), que iniciaron este fuego, apagarlo".
En un encuentro con periodistas anunció que su Gobierno tomará las medidas necesarias, dentro del marco jurídico, para llevar adelante la consulta popular que ordenó organizarla al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para el próximo dieciocho de marzo. Ese organismo espera el fallo legislativo para tramitar el plebiscito.
Sobre la posibilidad de crear un Tribunal Electoral especial para organizar la consulta, dijo que "esperaremos que corran los plazos de ley y, a su debido tiempo, se verán las respuestas del Gobierno". Por otra parte y ante el ambiente de inestabilidad y violencia en el país, Correa no ocultó su temor de que algo le pueda suceder, aunque dijo que está dispuesto a defender su tesis de "recuperar la patria" al precio que sea.