La policía catalana también ha tenido que serrar un bidón lleno de cemento para liberar a otro ocupante del inmueble que había introducido sus manos en el hormigón para dificultar el desalojo.
En cualquier caso, el desalojo se produjo de forma pacífica y "sin problemas de orden público", según las mismas fuentes, que han precisado que, pese a los impedimentos que están poniendo los cuatro jóvenes okupas, todos ellos de nacionalidad española, no se han producido detenciones.
Medio centenar de personas se han concentrado a las puertas de la finca, situada en el número 88 de la avenida Constitució de Sants, para expresar su apoyo a los ocupantes y su rechazo a la política del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y del consejero de Interior, Joan Saura.
Precisamente, este lunes el alcalde afirmó que el movimiento okupa en la ciudad es "irrelevante y cuantitativamente poco importante" y que, aunque se encuentra casi "al final de su proceso", el consistorio hará, en "casos de usurpación", una aplicación "estricta, exigente y eficaz de la ley", en contra de lo sostenido por la tercera teniente alcalde Imma Mayol, que ha abogado abiertamente por despenalizar la ocupación de inmuebles deshabitados.
Jordi Hereu, que ha hecho estas declaraciones esta mañana a TV3, ha añadido posteriormente, en declaraciones a los medios, que en la ciudad hay movimientos juveniles que trabajan por "determinados valores" que "articulan a mucha más gente y que hacen propuestas más interesantes y constructivas y mucho más radicales", que las que, a su juicio, presenta el colectivo okupa.
Hereu considera que se dedica "mucho tiempo" a hablar de un movimiento, el okupa, que es "bastante irrelevante", y añade que ningún representante de este colectivo se ha dirigido al consistorio para decir: "éstas son nuestras reivindicaciones y queremos trabajar conjuntamente".
"Hay estudios sobre este fenómeno en Cataluña, estudios neutrales, que siempre han constatado que cuando se les ha ofrecido la posibilidad (de diálogo), ellos la han rechazado, seguramente porque su interpretación es que cualquier proceso con una institución supone aceptar una legitimidad de su interlocutor, cuando ellos niegan precisamente esta legitimidad", ha subrayado Hereu, quien ha añadido que "ellos se lo pierden".
El alcalde ha recalcado que si se produce una coordinación entre la policía, los jueces y los propietarios de las fincas ocupadas, se puede dar una respuesta eficaz, y ha reclamado que se apliquen las leyes ya existentes "con rapidez".