(Libertad Digital) Después de hablar con mi querida amiga Toñi, compañera de viaje de este largo recorrido, no me apetece otra cosa que volver a plasmar en el papel todo lo que llevamos en ruta a lo largo de estos cuatro años y cuatro meses, que se cumplieron el día 24 de enero, cuando mi marido fue asesinado por la banda terrorista ETA, un mes y medio después que a tu hija.
Yo me siento igual que tú querida amiga, mi dolor, frustración e impotencia es la misma que tú sientes, pero todo se agudiza y brota cuando veo al Sr. Rodríguez Zapatero hacer declaraciones o dar ruedas de prensa tan alentadoras para quien tú y yo sabemos que no dejan de ser los asesinos de nuestros seres más queridos, los mismos a los que está sometido de tal manera que peor ya no lo puede hacer. Yo me pregunto ¿qué les habrá prometido o qué tendrá que esconder que nadie podemos saber ni entender, para llegar a este estado de rendición?
Pedir Memoria, Justicia y Dignidad fue lo que pedí en mi última carta, ahora además exijo, pues ya no me puedo callar más, pues mi estado y mi conciencia no me lo permiten, que este Señor no sea quien me represente ni a mí, ni al Estado Español. No nos merecemos esto, no se puede tolerar más tanta incongruencia junta, tanto ‘lapsus’, tanto evadirse de sus responsabilidades.
Porque el atentado del día 30 de diciembre vino a poner el remate a todo lo que llevábamos padeciendo. Desde que se produjo la famosa y esperanzadora tregua permanente, hubo extorsiones, amenazas, ‘kale borroka’, comunicados de la banda con tiros incluidos, robos de armamento y lo último ha sido la posible puesta en libertad del sanguinario etarra De Juana Chaos, ¡qué ocurrirá con los asesinos de mi marido que no han aparecido! Y todavía tiene la desfachatez de salir el día 29 de diciembre, diciendo que estábamos mejor que hace dos años; pero bueno señor, ¿a quién pretende engañar? Si terrorismo ha seguido habiendo durante el proceso de paz, denominado así por él muy lejos de la realidad. Basta sólo contrastar hipótesis.
Puede que para usted no signifique todo esto nada, para mí mucho, pues me han hecho mucho, mucho daño, tanto que jamás me sentaría a hablar con quienes han arrebatado la vida a mi marido con 32 años y un futuro por delante, más dos hijos. Yo le pido que se baje del pedestal y se siente a dialogar con quien tiene que hacerlo y con quienes quieren acabar con el terrorismo, partiendo de las leyes que tenemos.
Le pido también como en la anterior misiva que tenga empatía hacia nosotros y hacia las personas que nos han dejado, que lo dieron todo por nada. Proporcióneles descanso eterno, pues no dejo de pensar que si le tocara tan de cerca como a mí, lo haría sin dudar.
Toda esta ruta de viaje querida Toñi, todo esto que está sucediendo desgraciadamente lo augurábamos y se lo hicimos saber siempre con nuestras voces, pero como no nos escucha y sólo sabe reunirse con “los malos” y apoyar sus peticiones, esperemos que todos juntos, unidos, algún día le hagamos reflexionar.
“Pues no quien habla del conflicto, sino quien trata de callarlo, se halla en peligro de perder su seguridad a causa de él” (Darwin).
Y como bien has dicho Toñi, no me voy a bajar del barco y si se hunde, yo también me voy contigo querida amiga.
Sólo voy a decir una última cosa y es que, por favor, le digo al Sr. Presidente del Gobierno, que mida las palabras en nuestra ofensa, pues ya bastante sufrimos como para escuchar de su boca lo que más nos duele y más daño nos hace y es su indiferencia hacia los que nos han dejado.
Aunque a veces sienta y piense que ya no puedo más, seguiré luchando y no me voy a callar hasta que se haga Justicia por todos y aparezcan los asesinos de mi marido y cumplan la culpa que tienen con la pena integra de cárcel, ni tercer grado, ni nada.
Él murió creyendo en la Justicia, él me lo transmitió al igual que muchos valores y vivo con esa esperanza y con las fuerzas que me manda – ese día llegará -.
Me queda despedirme, más desahogada que cuando empecé, por supuesto, con un fuerte abrazo que me encantaría darte, Toñi.
Y a mi amor, al igual que en la anterior, que fue la felicitación de cumpleaños, esta vez es para la de feliz aniversario de boda, de quien sabes que siempre te querrá y seguirá recibiendo fuerzas. Te quiero.
María José Rama
26/01/2007