L D (EFE) Así lo anunció el jefe de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología (INM), Fermín Elizaga, quien precisó que esta borrasca no tiene nada que ver con el temporal en Europa ya que se trata de "fenómenos completamente distintos", e insistió en que la semana próxima será "típica invernal" en España.
En ciertas zonas del interior peninsular podrían alcanzarse la semana próxima, especialmente entre el miércoles y el jueves, las temperaturas más bajas de lo que va del invierno, que por el momento estaba siendo muy suave, explicó el experto.
El motivo de este cambio climatológico se debe a que el centro del anticiclón de las últimas semanas se irá debilitando para desplazarse al Atlántico norte y el área mediterránea se verá afectada por una extensa borrasca. La posición de estas "dos perturbaciones" favorecerá la entrada de aire muy frío de componente norte sobre la Península, y a partir del domingo se producirá "un acusado descenso térmico" que comenzará por el extremo norte, extendiéndose durante el lunes y martes al resto de la Península.
Cinco grados bajo cero
Esta situación se prolongará a lo largo de la semana, esperándose que las temperaturas mínimas desciendan por debajo de -5 grados en numerosos puntos del interior, donde se producirán heladas moderadas a fuertes.
Nevará en cotas bajas en amplias zonas de la meseta norte y especialmente en puntos en el cuadrante norte de hasta 400 metros de altura, y también podrían registrarse nieves de forma "ocasional" en puntos del cuadrante sureste de la Península por encima de los 600 metros.
También se esperan intervalos de viento fuerte sobre el área cantábrica, nordeste, litoral mediterráneo y Baleares, viento que incrementará la sensación de frío sobre estas zonas.
No es cambio climático
El portavoz del Instituto Nacional de Meteorología, Ángel Rivera, cree que científicamente no se puede mantener que las temperaturas de las últimas semanas respondan al cambio climático, pero aseguró que los datos coinciden con las pautas y tendencias de los últimos años y concluyó que el presente episodio de altas temperaturas "es compatible con lo que dicen todos los modelos que está pasando como consecuencia del cambio climático".
Ángel Rivera destacó que el "anómalo" comportamiento de la primera quincena de enero no ha superado registros históricos, y recordó que enero de 2002 fue más cálido que el actual. Achacó las altas temperaturas a una masa cálida de aire africano y a la insolación causada por la ausencia de nubes y de niebla, y dijo que esta situación se va a prolongar hasta el sábado y parte del domingo, cuando entrará una fuerte borrasca típica del invierno.
Las mismas pautas
El portavoz del Instituto Nacional de Meteorología explicó que las temperaturas de enero continúan la pauta del pasado año, el más cálido de las últimas décadas y con datos "históricos" como los registrados en Madrid, donde la temperatura media fue la más alta desde el siglo XIX.
Observó que datos como que 2006 haya sido el año más cálido, que los quince años más cálidos en España se repartan entre finales del siglo XX y principios el XXI y que el actual mes de enero esté registrando valores tan anómalos apuntan que es una tendencia "compatible con el cambio climático". "Estamos viendo ya muchos episodios y datos concretos que nos inclinan a pensar que el cambio climático está en marcha", concluyó Ángel Rivera.