L D (EFE) El alcalde de Alhaurín el Grande (Málaga), Juan Martín Serón, y el concejal de Urbanismo, Gregorio Guerra Gil, ambos del PP, han sido detenidos este jueves por la tarde acusados de varios delitos al parecer relacionados con asuntos urbanísticos, informaron a Efe fuentes policiales.
Paralelamente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local han acordonado el Ayuntamiento y están registrando las dependencias municipales, centrándose en la oficina técnica de Urbanismo, donde están recabando numerosa documentación. Decenas de vecinos permanecen junto al edificio consistorial, al que no se puede acceder, mientras que Martín Serón y Gregorio Guerra fueron trasladados, sobre las 20.00 horas, al juzgado de guardia de Coín (Málaga).
El regidor está acompañado al menos por su abogado, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y el fiscal del caso en el interior de su domicilio, un chalé situado en la urbanización "La Paca", en la calle Encinas de la localidad malagueña. A las puertas del inmueble permanecen compañeros de la corporación como la teniente de alcalde Antonia Ledesma y otros dirigentes del PP como los diputados provinciales Juan José Bernal y Pilar Jurado o la portavoz popular en el Ayuntamiento de Cártama, Leonor García Aguas.
El Gobierno andaluz aludía a que la legislación vigente "obliga en el caso de permutas de suelo municipal a justificar que existe un fin social o de interés público para hacerlas", ya que de lo contrario "se podría estar utilizando un procedimiento excepcional, como el de la permuta, para vender arbitrariamente suelo público". El alcalde acusó entonces al delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Marcos, de ser un "comisario político" y de actuar de forma arbitraria con las citadas impugnaciones y éste le recordó que los terrenos de titularidad pública de un municipio "forman parte del patrimonio municipal de los ciudadanos, y no del grupo político que en un momento dado gobierne en el municipio".
Según fuentes cercanas al regidor, los dos ediles estaban en una cafetería junto a otros militantes de su partido cuando se personaron en el lugar agentes del Cuerpo Nacional de Policía y procedieron a su detención. Compañeros de Juan Martín Serón y Gregorio Guerra Gil creían que era una broma cuando les dieron la noticia en la misma cafetería de Marbella donde fueron arrestados.
Uno de esos compañeros, que estaba con el alcalde y el edil y acudió un momento al lavabo, relató a Efe que cuando volvió le dijeron lo ocurrido y, como creía que se trataba de una broma, respondió "¡que estamos en Marbella, dejaros de cachondeo!".
"No nos enteramos ni los que estábamos con ellos, los montaron en un coche y se los llevaron", añadió tras comentar que únicamente dejaron a otros compañeros las llaves del coche donde se habían trasladado los dos políticos hasta Marbella.