(Libertad Digital) La Asociación Española Cuba en Transición (entidad sin ánimo de lucro, para la promoción y el desarrollo de actividades orientadas a la defensa de los derechos humanos y las libertades públicas en Cuba) ha mostrado su solidaridad con la familia y los miembros de la disidencia cubana por el fallecimiento del disidente y preso político Miguel Valdés Tamayo, excarcelado en 2003 por motivos de salud. La AECT ha denunciado la negativa del gobierno cubano a dejarle abandonar el país para recibir tratamiento médico y responsabilizan directamente al régimen castrista del fallecimiento de Valdés. Para la AECT Esto demuestra que la licencia extrapenal por motivos de salud sólo pretende evitar muertes dentro de las cárceles castristas. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación, la isla ha cerrado el año 2006 con 283 presos políticos, una de las cifras más altas de todo el mundo.
Según la APSC, el pasado mes de octubre, un grupo de personas, compuesta en gran parte por mujeres, que al parecer formaban parte de las Brigadas de Respuesta Rápida, un grupo armado de voluntarios y voluntarias cuya tarea es disuadir a la delincuencia y hacer frente a cualquier señal de descontento o de oposición al Gobierno, golpearon repetidas veces a Miguel Valdés cuando éste intentaba salir de su casa. Valdés tenía 50 años, era presidente del movimiento "Hermanos Fraternales por la Dignidad", esposo de Bárbara Collazo Portillo y residía en la Habana. Fue condenado a 15 años de prisión y encarcelado en el penal Kilo 8 de Camagüey. Falleció la madrugada del pasado miércoles tras sufrir dos paros cardíacos en un hospital de la Habana.