L D (Europa Press) El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, afirmó que "la nueva asignatura que impone la Ley Orgánica de Educación de Educación para la Ciudadanía debería ser opcional como ya lo es la Religión. La relación entre una y otra sería una buena solución", afirmó el prelado.
Terrorismo
El arzobispo de Madrid también se refirió al terrorismo y a la última Instrucción Pastoral sobre 'Orientaciones Morales sobre la situación actual de España', aprobada el pasado mes de noviembre. Al respecto, aseguró que "tener en cuenta la doctrina de la Conferencia Episcopal" sobre terrorismo "sería de gran ayuda para resolver el problema".
En este sentido, recordó que este nuevo documento de los obispos reza que el terrorismo es "intrínsecamente perverso y del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable".
Además, declara que es "objetivamente ilícita cualquier colaboración con los terroristas, con los que los apoyan, encubren o respaldan, y que una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político".
Añadió que la instrucción también reconoce que la sociedad bien podría adoptar "alguna medida de indulgencia" que "facilitara el fin de la violencia" de ETA, pero no si antes "los terroristas no renuncian definitivamente a la violencia y al terror como instrumento de presión".
Embajador en la Santa Sede
Por otra parte, el cardenal Rouco Varela también se pronunció sobre el nuevo embajador de España ante la Santa Sede, el socialista Francisco Vázquez, quien desde el pasado mes de abril ocupa este nuevo cargo en Roma. Para el prelado, "fue muy bien acogido por sectores de opinión católicos muy significativos y también por la mayoría del Episcopado español". "Mi opinión personal es muy positiva. Puede y ha de ser un gran embajador de España en el Vaticano", añadió.
En relación a la figura del Santo Padre, el arzobispo destacó que "es una bendición para la Iglesia" y "una de las responsabilidades más importantes y de mayor trascendencia para el bien de la Iglesia". Asimismo, enfatizó "la extraordinaria lucidez y la capacidad pedagógica" con la que el Santo Padre "ilumina las cuestiones más graves y complejas del momento actual".