L D (Agencias) Un bulldozer, dos palas excavadoras y una unidad de bomberos trabajan sin descanso en esta difícil labor, incluso "a mano", algo imprescindible para liberar el cuerpo sin vida de Estacio, atrapado dentro del Clio color blanco en el que se encontraba durmiendo en el momento de la explosión. La labor se ha hecho especialmente minuciosa debido al importante peligro de derrumbe que presenta la zona, por lo que el trabajo se centra en sacar escombro y retener los laterales para que no se vengan abajo las toneladas de forjado acumulado. Por ello, todo indica que hasta la madrugada de hoy los bomberos no podrán acceder al cadáver.
"Estamos intentado abrir la escombrera como si se construyera un canal, con una anchura suficiente para que trabajen con comodidad los operarios de bomberos, los técnicos de la constructora y la Policía científica", indicaron a EP fuentes de Emergencias. No obstante, los operarios desconocen todavía si, para liberar el cadáver, tendrán que sacar el vehículo del lugar o si, por el contrario, la operación puede realizarse allí mismo, tal y como se hizo en el caso de Carlos Alonso Palate, el otro ecuatoriano muerto en el atentado.
Durante la madrugada, el difícil acceso obligó a los bomberos a utilizar una cámara endoscópica facilitada por la Policía científica para comprobar que realmente se encontraba dentro del coche Estacio. Así, se pudo comprobar que el coche está totalmente aplastado, hasta el punto de que el habitáculo está por debajo del parachoque trasero. Entre estos amasijos de hierros se ha formado una especie de jaula, de modo que el vehículo está prácticamente dividido por la mitad. Desde que comenzaron las labores el pasado día 30 de diciembre, los bomberos han recuperado 266 coches y se han sacado 7.000 toneladas de escombro.
El subdirector general del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Medardo Tudela, afirmó que el tiempo estimado para acceder al vehículo del ciudadano ecuatoriano Diego Armando Estacio es de más de diez o doce horas. Tudela, en declaraciones a los periodistas a última hora de la tarde, precisó que restan aún diez metros, aproximadamente, para "llegar a la vertical del vehículo", pero recalcó que los trabajos para ello no son nada fáciles porque hay que proceder a un "aseguramiento de las losas" en la zona donde se ha localizado el vehículo de Estacio, la correspondiente a la primera planta del módulo D del aparcamiento de la T4.
Al margen de esa cantidad, aseguró que se tramitará una pensión para la madre de Estacio y que se buscará un trabajo fijo al padre, dedicado, al igual que su hijo, a la construcción. Pese a que el resto de familiares no tiene derecho a ningún tipo de ayuda oficial, Rodríguez Uribes dijo que también se tratará de conseguir para ellos otro tipo de beneficios de tipo laboral o de vivienda.
Familiares y amigos despiden a Carlos Alonso Palate en su pueblo natal
La otra víctima del atentado de ETA, Carlos Alonso Palate, recibióeste viernes el último adiós por parte de sus vecinos, familiares y amigos en su pueblo natal, la localidad andina de Picaihua, a unos 230 kilómetros al sur de Quito.
Durante los actos de homenaje en recuerdo del fallecido, su madre, Basilea Sailema, se mostró visiblemente emocionada. "Yo no te crié para encontrarte así", se lamentó, al tiempo que una psicóloga española trataba de calmarla. A su llegada a Picaihua, el féretro fue llevado por las calles del poblado hasta ser ubicado finalmente en la casa de Sailema, que padece graves problemas de visión, donde fue velado. La madre acompañó descalza el ataúd de su hijo, de 35 años, mientras en una suerte de rezo-cántico lamentaba su muerte y recordaba la última vez que conversó por teléfono con Palate, dos días antes del atentado. Las escenas de dolor y consternación de los familiares se pudieron observar en varios momentos del acto.
El ataúd, que era llevado en hombros cubierto con la bandera del equipo local de fútbol favorito de Palate, El Nacional, siempre estuvo rodeado de decenas de amigos, familiares y vecinos. Al velatorio instalado en la casa de los Palate llegaron decenas de personas que hacían fila para expresar sus condolencias a la familia y mirar el féretro. La pequeña habitación, atestada de gente, también estaba llena de arreglos florales y velas encendidas.
El avión de la fuerza aérea española que trasladó los restos mortales de Palate desde Madrid llegó a Quito a las seis de la mañana hora española. En él viajaban además 13 familiares del fallecido, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, entre otras autoridades españolas, y tres psicólogas del Samur-Protección Civil. Desde el aeropuerto una caravana de vehículos lo trasladó hasta Picaihua. "Hemos venido a acompañarlo para expresar de esta manera el apoyo, el respaldo, pero sobre todo el afecto del Gobierno español" a los familiares y amigos de la víctima, señaló a su llegada, Trinidad Jiménez, en una improvisada rueda de prensa en las instalaciones de la base aérea de Quito.
Visiblemente cansado y consternado, Luis Antonio Palate, tío de la víctima, fue el único familiar que realizó declaraciones a la prensa en Quito. Agradeció a las autoridades y a los pueblos de Ecuador y España el respaldo recibido. Contó que los familiares que viajaban en el avión acompañando el cadáver residían desde hace años en Valencia. Sólo uno de los viajeros, su hermano Jaime, vivía en Ecuador. "Era el único sustento del hogar, para su madre, dos hermanos y dos sobrinos", aseguró un primó del fallecido, quien explicó que una vez se celebre el funeral, los familiares regresarán España y no descartó que los miembros de la familia de Palate que residen en Ecuador se acojan a la propuesta española de recibir la nacionalidad española y ayuda en ese país.