L D (Europa Press) El líder de la oposición afirmó que la "prioridad básica" del Gobierno que él presida será que "los españoles puedan vivir como los mejores". Además, apostó por una política económica que mejore la competitividad, reduzca la inflación, garantice la unidad de mercado, fomente el ahorro, así como la seguridad jurídica y la competencia, reduzca el endeudamiento y haga viable el Estado de Bienestar.
Una política económica que para el líder del PP requiere "dedicación, objetivos ambiciosos y confiar en la gente", porque la generación de empleo y riqueza es una labor que le corresponde no al Gobierno, dijo, sino a la sociedad. Asimismo, aseguró que trabajará para crear "credibilidad y confianza" y que será "previsible", porque las reglas del juego son "capitales". "No se puede decir un día una cosa y al siguiente la contraria", espetó.
El presidente nacional del PP reconoció que la economía española "está razonablemente bien" pero tiene "importantes problemas de competitividad". Para solucionarlos el PP propondrá un plan estratégico de competitividad de la economía, un concepto que según destacó Rajoy abarca "todo: los impuestos, las reformas laborales, las infraestructuras, la I+D+i, una Ley de Educación como Dios manda,....".
"Hay que tener los cinco sentidos puestos en la economía", subrayó el líder de la oposición, quien propuso como medidas concretas la reducción del impuesto de sociedades "en diez puntos" y la aprobación de una ley que prohíba que el gasto público crezca por encima de la economía.
"Retoques" en el modelo de Estado
Rajoy afirmó que las reformas fiscales y en general, todo lo que concierne a la competitividad de la economía y a la adaptación a un mundo cada vez más cambiante, debe ser competencia del Estado, porque "un Estado que no es capaz porque no tiene competencias, es una broma", dijo.
Abogó por ello por acometer, en la próxima legislatura, y "con consenso", "algunos retoques" en el modelo de Estado, de forma que el Estado pueda "como mínimo", garantizar la igualdad de los ciudadanos y cumplir los compromisos de España con el exterior.
También resaltó la necesidad de luchar contra la inmigración ilegal y de conseguir una política europea común en esta materia. Agregó que Europa "gasta mucho dinero en cooperación al desarrollo y no se puede regalar dinero –dijo– a países que luego se niegan a colaborar en la lucha contra la inmigración ilegal".
El líder de la oposición abogó por fomentar la legalidad, la firma de convenios con los países de origen y por convertir la inmigración en el "punto capital" de la política exterior en la que está trabajando la Unión Europea.
Almuerzo con empresarios
El presidente del PP realizó estas afirmaciones durante un almuerzo con empresarios cántabros, organizado por la dirección regional del partido. En este foro afirmó que no pretende ganar las elecciones "por lo mal que lo hace el Gobierno", sino porque la gente crea que "yo lo puedo hacer mejor".
Agregó que en política, como en una empresa, hay que tener "objetivos claros, un proyecto y medidas para llevarlo a buen término". Comentó al respecto que el "principal problema" que tiene España es que en estos dos años y nueve meses de legislatura, "se ha confundido el objetivo nacional", objetivo que para el PP era, añadió, "mejorar el nivel de bienestar y riqueza de los españoles, para llegar a la convergencia real con Europa".
Sin embargo, dijo, "nos hemos dedicado a cosas que no le importaban a nadie, hemos entrado en un proceso de modificación estatutaria que nadie pedía, se han aprobado leyes para minorías y muy poco eficaces" y "sin que nadie sepa por qué", añadió, se ha abierto un debate "absurdo" a raíz de una decisión –la Ley de Memoria Histórica– que "no figuraba en el programa electoral de ningún partido".
Agregó que "se han roto los consenso básicos de la Transición", consensos que se comprometió a "intentar recuperar" desde la Presidencia del Gobierno y entre los que citó la lucha antiterrorista.
Terrorismo
Precisamente sobre este asunto, aseguró que el PP quiere ayudar y apoyar al Gobierno, pero éste "tiene la obligación de explicar con claridad lo que está haciendo y de no equivocarse". "No se puede apoyar a un Gobierno que es incapaz de fijar una política antiterrorista", subrayó Rajoy.
"El PP tiene el mismo interés que cualquier persona en acabar con ETA", pero para ello no se puede pagar "ningún precio político", agregó el líder de la oposición, quien afirmó que en la anterior legislatura, la política antiterrorista "debilitó mucho a ETA" pero esa política "se cambió, y todavía ignoro por qué".
Corrupción urbanística
En el coloquio posterior a la comida, los empresarios cántabros preguntaron a Rajoy por diversos temas como la alta velocidad, la Ley de Dependencia o los casos de corrupción urbanística. Sobre este último extremo, se mostró partidario de reformar la Constitución, de forma que no requiera referéndum, para dar al Estado competencias en materia urbanística, así como de liberalizar suelo a través de una ley.
Sobre el tren de alta velocidad, afirmó que una de sus prioridades si llega a La Moncloa será "completar una buena red de comunicaciones" por carretera y ferrocarril, especialmente con Portugal y Francia. Respecto a la Ley de Dependencia criticó su "escasa dotación económica" y confesó que más bien la ve "como un primer paso para generar conciencia" sobre este asunto.