(Libertad Digital) Según informa el diario La Razón, el hallazgo de los explosivos se produjo el día doce en las proximidades de Urrugne. Allí, en un bosque, un ciudadano encontró un par de bolsas con una sustancia blanca. Ante la sospecha de que fuera cocaína, dio la alarma a los gendarmes. Sin embargo, los análisis demostraron que se trataba de pentrita.
Este tipo de explosivo, según recuerda el diario, lo emplea ETA habitualmente como "reforzador" en sus bombas. Tiene una gran capacidad destructiva, por lo que se utiliza para dar más potencia a los artefactos, en especial a los coches bomba. Por eso, este hallazgo se observa con preocupación desde la Gendarmería.