LD (Agencias) Minutos antes de la ceremonia de graduación de nuevos oficiales celebrada en la Escuela Militar de Santiago, el comandante en jefe del Ejército de Chile, Óscar Izurieta, ha confirmado que la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, ha firmado el decreto de expulsión del capitán Augusto Pinochet Molina.
Izurieta explicó que el decreto debió ser firmado por la titular de Defensa "porque el comandante en jefe no tiene atribuciones que no sea a través de las juntas calificadoras que tienen fechas establecidas". Aclaró que "no hubo una petición concreta del gobierno para darle de baja" y añadió que dejó pasar veinticuatro horas antes de pedir que se le diera de baja "por respeto al dolor de la familia".
El capitán Pinochet Molina causó malestar en el Gobierno y el Ejército, cuando, durante el funeral de su abuelo, justificó el golpe militar que encabezó el once de septiembre de 1973 para derrocar al Gobierno que presidía Salvador Allende. El oficial, de 33 años, que inició su carrera militar en 1993, habló sin autorización de sus superiores durante la misa fúnebre del ex dictador, que murió el pasado domingo.
Pinochet Molina, hijo de Augusto Pinochet Hiriart, el hijo mayor del ex gobernante de facto, afirmó que su abuelo fue un líder mundial que derrotó "en plena guerra fría, por el medio armado al Gobierno marxista, que pretendía imponer su modelo totalitario". También arremetió contra los jueces que en los últimos años juzgaron al ex dictador, acusado de violación de los derechos humanos y de corrupción, de quienes dijo que tenían sólo un afán de figuración.
El general Izurieta recordó que "en el momento en que (Pinochet Molina) se bajó del estrado yo ya tenía resuelto que no había otro camino que la baja". Explicó que en ese mismo momento habló con el padre del capitán (Augusto Pinochet Hiriart), "y le manifesté que una vez concluidos todos los ritos que estaban previstos, yo iba a cursarle la baja". La respuesta fue que entendía la situación y no habría objeciones.
El alto mando militar informó que el superior inmediato de Pinochet Molina, el general Álvaro Guzmán, "le hizo ver su gravísima falta, y se le comunicó que iba a ser dado de baja". Además, mencionó que el nieto del dictador ya había manifestado hace tiempo su deseo de retirarse del Ejército porque no se sentía cómodo, pero nunca oficializó esa intención.