(Libertad Digital) La directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, se encontraría “sola y en la cuerda floja” en su puesto al frente de la institución. Trabajadores y funcionarios llevan tiempo muy molestos con la escritora, sobre todo por sus “modos poco democráticos y su desconocimiento” del cargo que ocupa.
Según informa este martes la cadena COPE, la gota que colmó el vaso fue cuando Regás utilizó el Congreso de los Diputados para calificar de “delincuentes” a los funcionarios que filtraron ciertas informaciones sobre sus gastos excesivos y la poca solvencia de la gestión como directora de la Biblioteca Nacional.
Según se informó ya, Regás habría gastado 1.390.000 euros en actividades culturales este 2006. Como publicó el diario ABC, este despilfarro podría ser el motivo del colapso de una institución que sufre grandes carencias estructurales y de digitalización. Además, estos extremos han sido confirmados por el propio Ministerio de Cultura.
Los pagos de 1.000 euros por conferencias que terminan con cenas en restaurantes de lujo, la externalización de servicios que resultan excesivamente caros y la falta de respeto hacia los procedimientos de la Administración provocan desajustes presupuestarios en las cuentas de una Regás obsesionada, por otra parte, con actos sobre la República y la Guerra Civil.